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Pepote Ballester, olímpico en vela y excompañero de Iñaki y Felipe VI

Pepote Ballester, junto a su mujer el día de su boda, acompañada de Felipe VI y la infanta Cristina.

José Luis "Pepote" Ballester Tuliesa nació el 17 de agosto de 1968 en Vinaroz, Castellón. Su pasión por el deporte de la vela, donde destacó desde edad muy temprana, le llevó a la residencia Blume en Barcelona. Allí se topó en 1985 con un joven espigado que hacia carrera en el balonmano, Iñaki Urdangarin Liebaert.

Entablaron una gran amistad al tiempo que su carrera deportiva transcurría con éxito. En 1996 los dos se colgaron una medalla olímpica en la cita que se celebró en la ciudad estadounidense de Atlanta. Ballester logró el oro en vela, en la clase Tornado, como tripulante de Fernando León, uno de los mejores amigos de SAR Felipe VI, también regatista y olímpico en Barcelona 92. Mientras, Urdangarin conquistaba el bronce olímpico con la selección española.

Ballester y Urdangarin se conocieron en la residencia Blume, donde estaban alojados como deportistas en 1985"

Pepote sumó a aquel oro olímpico cinco medallas en mundiales, entre ellas una de oro. Mientras regateaba Ballester siempre se significó políticamente, por lo que acabó afiliándose al Partido Popular. El regatista estuvo presente en la boda de Urdangarin con la infanta Cristina, que se celebró en la localidad mallorquina de Pollença. En la boda de Ballester no solo fue la infanta Cristina, también acudió como invitado el por entonces Príncipe Felipe.

En 2003 Jaume Matas nombró a Pepote director general de Deportes del Govern Balear, cargó que desempeñó hasta el final de la legislatura, en 2007. Urdangarin ‘propuso’ a su amigo algunas iniciativas que se llevaron a cabo, entre ellas el patrocinio del grupo ciclidta Banesto.

La privilegiada posición de Pepote y los buenos ‘consejos’ de su amigo Urdangarin le permitieron cerrar muchos negocios en los años siguientes. Hasta que el juez José Castro le imputó dentro del Caso Palma Arena. La factura del pabellón se había disparado de 48 millones de euros a 100 y el exregatista aparecía muy señalado en las investigaciones. A su complicada situación judicial se sumó otro hecho transcendental, en 2010 se le detectó leucemia. Meses después Ballester decidió colaborar con la fiscalía para rebajar sus penas,  señalando a su viejo amigo Iñaki.

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