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Nick Kyrgios vuelve a ser objeto de polémica con sus palabras a Wawrinka: "Kokkinakis se acostó con tu novia"

Donna Vekic, novia de Wawrinka.

Es uno de los tenistas más talentosos del circuito, pero también de los más controvertidos. El australiano Nick Kyrgios vuelve al ojo del huracán en la ATP tras las palabras que le dedicó a Stanislas Wawrinka durante su victoria (6-7, 6-3, 4-0 y retirada) sobre el suizo en el Masters 1.000 de Montreal.

“Kokkinakis se ha acostado con tu novia”, pronunció entre dientes el aussie tras un punto, con tan mala fortuna para él que los micrófonos de pista recogieron la declaración con absoluta claridad. Wawrinka, ensimismado en plena concentración de juego, no lo escuchó en el momento pero, al ser informado luego, dijo estar decepcionado con el comportamiento “irrespetuoso” de Kyrgios. “No le diría eso ni a mi peor enemigo; es inaceptable”, concluyó.

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Las palabras de Kyrgios aludían a la croata Donna Vekic, actual pareja de Iron Stan, y a un supuesto romance pasado con otro de los tenistas emergentes de Australia, el joven Thanasi Kokkinakis. Al ser preguntado por ellas tras el partido, sin saber muy bien qué contestar, Nick dijo no saber muy bien a qué obedeció su comportamiento.

La de Canadá es la última de una ya gruesa retahíla de salidas de tono del jugador de Canberra. Kyrgios, de padre griego y madre malaya, saltó a la primera plana del tenis en 2014, tras vencer en octavos de final de Wimbledon a un Rafa Nadal por entonces número uno del mundo.

Tras ello, el veinteañero oceánico ha sido más veces noticia por sus faltas de educación que por su desempeño en la pista. En la última cita en el All England Tennis Club, sin ir más lejos, a raíz del duelo que le enfrentó a Richard Gasquet, fue multado con 1.800 euros por insultar durante el partido al galo y con otros 6.800 por conducta antideportiva, ya que terminó por negarse a restar algunos puntos.

Los improperios de Kyrgios no se han limitado a sus compañeros de circuito. También los jueces de silla han tenido que aguantar los malos modales del australiano. El sueco Mohamed Lahyani, por ejemplo, soportó que el actual número 41 del mundo le llamase “sucia escoria” en pleno partido contra el argentino Diego Schwartzman, también sobre la hierba londinense.

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