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Mourinho tarda tres años en descubrir el señorío del Madrid... y no le gusta

Lo que mejor se le da a José Mourinho, aparte de entrenar, es la ironía. Así que tras el clásico de este domingo ante el Barcelona (2-2) dejó caer que por fin, tres años después de aterrizar en el Bernabéu, ha descubierto que "el Real Madrid es un club señor". Y el técnico que se ha hecho famoso en España por sus lamentos desaforados contra los árbitros antes que por el número de títulos achacó a ese "señorío" su silencio obligado sobre un posible penalti no señalado en el área azulgrana a favor de su equipo.

"Si el club tiene una filosofía de no hablar de penaltis, yo lo tengo que respetar. Pero a mí me gusta la verdad. Ha sido un gran partido, pero el Real Madrid es un club señor y no se puede permitir hablar de penaltis no señalados", sugirió de forma premeditadamente ambigua en rueda de prensa.

"Si el club tiene una filosofía de no hablar de penaltis, yo lo tengo que respetar, pero a mí me gusta la verdad"

"El resultado se adapta al partido. He disfrutado mucho, porque ha sido un gran partido. Prefiero quedarme con eso, porque es la verdad global del partido. Un buen partido, donde todos han disfrutado, sin saber hasta el último minuto quién podía ganar", añadió.

Y luego, ante las preguntas sobre sus velaas quejas, volvió a hablar entre líneas: "Hay cosas que se pueden mejorar en el Madrid y cosas que se pueden mejorar en Mourinho. Hay cosas que podrían mejorar en esta Liga, obviamente. Pero hoy me quedo con un gran partido. Un árbitro que me gustado, que ha pitado bien, que en un determinado momento del partido ha tenido un fallo importante, como yo tengo alguno", agregó.

"Debería estar prohibido decidir quién es el mejor jugador del mundo porque Messi y Cristiano son los dos de otro planeta"

También tiró de ironía cuando le apuntaron que el último cambio, entró Essien por Di María, tuvo un carácter conservador y echó para atrás al equipo: "Quizás necesito gafas, estoy buscando una solución para mejorarlo. Ya tengo cincuenta años". Luego, ya en serio, elogió el partido de Messi y Cristiano, autores de los goles de cada equipo. "Pienso que debería estar prohibido decidir quién es el mejor jugador del mundo. Debería estar prohibido, porque ellos dos son de otro planeta. Ahora, me gustaría que ganara el mío, porque ha sido campeón de la liga más importante del mundo. Pero debería estar prohibido porque los dos son fantásticos".

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