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El corredor muerto en Gijón nunca había afrontado una media maratón

Alejandro Álvarez, de azul, durante la Media Maratón de Gijón.

Alejandro Álvarez, vallisoletano de 36 años fallecido este domingo en la Media Maratón de Gijón, nunca había afrontado una carrera tan larga y exigente. Así lo desvela su hermana en una emotiva carta de despedida publicada por el diario La Nueva España.

"Tantas ganas de vivir que acabaron con él. Esta publicación va para cualquier amigo que corra o empiece con algún deporte en general, no forcéis una retirada a tiempo en una carrera, a veces supone que no te retires a destiempo de la vida". Así arranca la misiva de Beatriz Álvarez, hermana del hombre que murió al sufrir un paro cardiaco a la altura del estadio El Molinón.

Beatriz confía en que lo sucedido "sirva para concienciar a todos, dado que nadie está libre de esto, es mejor ser segundo que primero, último que penúltimo, pero no dejar de ser".

"Nadie sabe el impacto que tiene esto para la familia, amigos y para el entorno suyo, hay que acabar con los tuyos, no contigo", prosigue la hermana de Alejandro. Y acaba con una promesa: "Allá donde estés hermano mio, no dejaré de entrenar y en el momento que lo vea posible esta media maratón la acabaré por ti".

Según La Nueva España, que cita fuentes familiares, Alejandro Álvarez era marmolista, soltero, sin hijos y un corredor "aficionado" que nunca antes había afrontado una prueba de exigencia tan alta como una Media Maratón (21 kilómetros). Viajó a Gijón en un autobús fletado por el Club Atletas Populares de Valladolid, tomó la salida... y perdió la vida en el intento.

Más allá de los sentimientos que destilan la carta de su hermana, la muerte de Alejandro ha reabierto con virulencia el debate sobre los controles que se hacen y se deberían hacer antes de permitir que cualquier persona participe en estas duras pruebas populares sin saber si están lo suficientemente preparados para ello.

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