Quantcast

Deportes

Máximo riesgo para Fernando Alonso: ni Honda sabe cómo funciona su nuevo motor

Fernando Alonso, en el garaje de McLaren.

A Fernando Alonso se le acaba el tiempo; y a McLaren, la paciencia. Tras dos años de decepciones, escudería y piloto necesitan ganar carreras o, como mínimo, subirse al podio de vez en cuando. Y para ello necesitan un coche competitivo. Que corra.

El McLaren de 2015 y 2016 ha defraudado en casi todos los aspectos, pero especialmente mejorable era su motor, fabricado por Honda. La marca nipona siempre se ha aferrado a su cultura del trabajo planificado y sin sobresaltos para intentar justificar una evolución demasiado lenta.

Dos años aciagos erosionaron tanto ese argumento, que Honda decidió abrazarse a otro de los estereotipos internacionales que definen a muchas empresas japonesas: su capacidad de copiar la tecnología de otros a la perfección, incluso mejorándola en la mayoría de las ocasiones.

Así que aprovechando que ya no tienen la obligación de cambiar solamente un número limitado de tokkens (partes del motor), Honda ha decidido rediseñar el motor de forma agresiva. Y arriesgada. No es una especulación, es algo que ellos mismos reconocen.

Adiós a la 'talla cero'

"El concepto es completamente diferente. Y es un riesgo muy alto porque no sabemos muchas cosas sobre ese nuevo concepto", reconoce Yusuke Hasegawa, jefe de Honda, en Autosport.

El máximo responsable de la fábrica nipona dijo todavía algo más. Otro mensaje nada tranquilizador porque pone en duda los resultados del Mundial 2017 cuando falta más de un mes para que arranque: "Sabemos que el nuevo motor nos dará mayor rendimiento, pero el riesgo más grande es si podemos lograr todo ese potencial este mismo año".

Resumido de forma elemental y burda, los importantes cambios en el reglamento técnico han permitido a Honda fabricar un motor más 'grande'. La revolucionaria -y poco eficiente- 'talla cero' con la que pretendieron sorprender durante las dos pasadas temporadas ya es historia.

"Si mejoramos el motor en sí, lo que significa aumentar la energía de los escapes, tenemos que agrandar la turbina, porque de lo contrario no podemos evolucionar al mismo nivel", explica Hasegawa.

"Tenemos que seguir haciendo test mediante el sistema de prueba y error. Espero que hayamos acertado en la dirección que hay que tomar y en los elementos en los que centrarnos, pero no es fácil combinarlo todo para completar las mejoras", concluyó.

No son palabras demasiado esperanzadoras, pero a Fernando Alonso, a McLaren y a todos los aficionados no les queda otra que confiar. De momento, este martes, el nuevo McLaren MCL32 arrancó ese motor por primera vez. Y suena así:

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.