El Real Madrid pide a Sissoko que se declare en rebeldía para acometer su fichaje

El Real Madrid sigue sin moverse en el mercado de fichajes más allá de los retornos de Álvaro Morata, Marco Asensio y Fabio Coentrao. Sin embargo, parece que el conjunto blanco al menos quiere incorporar una pieza al engranaje del campeón de Europa. Se trata de Moussa Sissoko, jugador francés que destacó en la Eurocopa y que consideran el idóneo para dar un descanso a la media del Madrid. Tras perder a André Gomes y a Paul Pogba ante Barcelona y Manchester United respectivamente, el conjunto madridista quiere asegurarse esta incorporación, más humilde y menos mediática, pero que se ajusta a las peticiones de Zinedine Zidane.

Sin embargo, según informan en Inglaterra, el Real Madrid no tiene planificado ningún movimiento por Sissoko hasta que el jugador no se declare en rebeldía y se plante ane el Newcastle para abaratar su traspaso. Solo entonces el conjunto blanco hará una oferta por el centrocampista francés, quien querría salir a toda costa del Newcastle debido a que el equipo descendió a la Championship, segunda división inglesa, la pasada temporada. Otro de los impedimentos que podrían frustrar este fichaje podría ser la presencia de Rafa Benítez como entrenador del conjunto británico. Las relaciones de Benítez con el Real Madrid están totalmente rotas y no habría que descartar que el técnico terminase vendiendo a Sissoko a cualquier otro club.

El mercado más tranquilo de los últimos años

Lo cierto es que el verano del Real Madrid está siendo de los más tranquilos desde que lo preside Florentino Pérez. Empezado ya Agosto, el gasto del club blanco solo alcanza los 30 millones, invertidos en Morata, y no parece que la posible incorporación de Sissoko pudiese disparar mucho la cifra. Con todas las posiciones bien cubiertas, no se esperan más fichajes, lo que significaría que, salvo galáctico de última hora, sería el verano más tranquilo para el Madrid desde que lo preside Florentino Pérez. Parece que el presidente ha aprendido la lección desde su última conquista de Europa, tras la cual decidió deshacerse de dos piezas clave como Ángel Di María y Xabi Alonso, desarmando en parte el equipo.