La combinación de la hemeroteca y las redes sociales se ha convertido en un cóctel explosivo para cualquier personaje público... y para los propios medios de comunicación y periodistas.
La interactividad es un arma de doble filo que permite a los lectores sacar los colores a los informadores cuando, por ejemplo, recuerdan el espectáculo que ha precedido desde hace meses el fichaje de Luis Suárez por el Barcelona.
Por una parte los aficionados no olvidan portadas como estas:
Pero las mayores críticas se las lleva la prensa de Barcelona, que zurró de lo lindo al delantero cuando se creía que su destino era el Real Madrid y ahora le alaba a él y a la operación ejecutada por el club catalán:
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