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Más medallas: oro de Alabau y platas de Gómez Noya y el dúo de sincro

La windsurfista española Marina Alabau se ha proclamado campeona olímpica de RS:X Femenino, tras imponer su calidad y ganar la 'Medal Race', que se ha celebrado en el campo de regatas olímpico de Weymouth, sacándose la espina de hace cuatro años en Qingdao. La sevillana, que se ha mostrado intratable en todas las mangas anteriores y llegaba a la cita final con una renta más que favorable para no sufrir en esta manga, no defraudó y sucede en el palmarés olímpico a la china Jian Yin.

Completan el podio olímpico, la finlandesa Tuuli Petaja que aprovechó esta última manga para acceder a la plata, mientras que el bronce fue para la polaca Zofia Noceti-Klepacka, ya que la israelí Lee Korzits, doble campeona olímpica, que figuraba segunda, vio como la 'Medal Race' la condenó al sexto puesto.

La pentacampeona de Europa, horas antes de salir al campo de regatas donde se jugaba su futuro, era consciente de lo que había en juego. "Este momento ya lo he vivido muchas veces en mi cabeza, me siento orgullosa de sentirlo de verdad! La manga más importante de mi vida. Esto es magnífico!", confesaba.  

Un oro, el primero de la delegación española en Londres 2012 y una medalla que podría ser el último en la clase olímpica de RS:X ya que será sustituido en Río 2016 por el 'kitesurf', por lo que Alabau emularía a Fernando Echavarri y Antón Paz, que en Qingdao se coronaron como últimos campeones olímpicos en la clase Tornado, que ya no aparece en la cita londinense.

Antes, Javier Gómez Noya ganó plata en la final de triatlón, disputada por los alrededores del emblemático Hyde Park, rebosante de miles de banderas británicas, y algunas también españolas, tan sólo por detrás del británico Alistair Brownlee, oro, y por delante de su hermano, Jonathan Brownlee, bronce, los dos grandes favoritos al triunfo entre los 'hombres de hierro' olímpicos.

Alistair Brownlee, que se impuso con 1 hora, 46 minutos y 25 segundos, superó en tan sólo 11 segundos a Javier Gómez Noya, y en 31 a su hermano joven, Jonathan, sancionado con 15 segundos por haber hecho una mala transición entre la salida del agua y el cambio a la bicicleta, lo que despejó el camino al español en los kilómetros finales de la carrera.

Por último, las 'sirenas' españolas Ona Carbonell y Andrea Fuentes remontaron a las nadadoras chinas en la final de dúo en natación sincronizada, donde el oro fue para las 'muñecas diabólicas' rusas Natalia Ishchenko y Svetlana Romashina, que volvían a revalidar el título olímpico. Favorecidas por el sorteo, que las dejaba en la penúltima plaza del concurso y con el reto de mejorar tres décimas para luchar por la plata, que tenían en ese momento las chinas Xuechen Huang y Ou Liu, se lanzaban a la piscina a ritmo de tango y ganándose el aplauso de los espectadores que se daban cita en la piscina londinense.

El dúo español, que realizó un ejercicio muy completo y que estuvo bien sincronizado, quería resarcirse de la puntuación que habían recibido por parte de los jueces y no defraudó, convenciéndoles de que precisaban una mejor nota que la actuación china, y así lo confirmaron brindando un 96.900, que les daba la plata olímpica. Una presea que permite a la nadadora Andrea Fuentes entrar en la historia del olimpismo español, ya que suma con ésta su tercera medalla olímpica en su palmarés.

  

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