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Juanfran siempre está en el lugar del crimen

Apenas unos minutos después de que los Lakers ganaran en Toronto, un desliz de Juanfran dejaba al Atlético sin el liderato que acariciaba. Otra vez tenían los rojiblancos la histórica oportunidad de encabezar un campeonato que hace muchos años a estas alturas de curso sólo comandan los dos de siempre, y otra vez, para desilusión de sus excitados aficionados, se quedaban a las puertas. Y el resbalón tuvo un elemento en común con los tropiezos anteriores: el carrilero internacional estaba presente en el lugar del crimen.

Air Juanfran está completando un curso excepcional. Regular, en forma y hasta influyente en asuntos de ataque. Lo prueba ese termómetro popular en el que se ha convertido Comunio, juego que coronó al lateral como el mejor defensa de la primera vuelta de la Liga BBVA, con 108 puntos. Tras su pifia ante el Sevilla ha perdido dos puntos y se ha visto adelantado por su compañero Filipe y por Mussachio. Pero tan real como eso es que los pocos agujeros que ha mostrado un equipo rocoso y seguro como el Atlético, casi infalible, han llegado por su zona o por sus errores.

Sucedió por ejemplo en el único gol que marcó el Barcelona para ganar la final de la Supercopa (Neymar le ganó la espalda), ocurrió en la derrota en Cornellá (era el que tenía que defender el centro de Fuentes previo al autogol de Courtois) y también en el empate en Villarreal (fue el autor en propia meta del tanto amarillo), por citar los casos en los que tuvieron incidencia nociva en el resultado.  Y volvió a pasar este domingo frente al Sevilla, en una acción aparentemente inofensiva que el propio Juanfran no sólo enredó sino que se encargó de que pareciera más infracción de lo que en realidad fue. Su agarrón a Bacca, además de innecesario y tonto, fue más aparatoso y visible que molesto o entorpecedor para el delantero colombiano. De espaldas, sin mirar, con el balón inalcanzable para el rival. Por más que lo protestara el lateral, penalti y gol. Liderato al carajo.

Siempre que al Atlético se le tuerce un marcador, si hay un gol en contra como detonante, Juanfran casualmente anda por el medio. Incluso en su mejor temporada. Y lo mismo, sin ánimo de ofender al jugador ni de incordiar al Cholo, es un asunto para hacérselo mirar de una vez.     

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