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"Prefiero un titular 'Rosell no deja entrar a los niños' a otro de 'Rosell ha matado un niño'"

La decisión será aplicable a partir del clásico del próximo 26 de octubre ante el Real Madrid y ante la sospecha de que pudieran acudir al partido "unos 40.000 niños sin entrada", debido al horario del encuentro (18:00 horas).

"Soy el primero que está en contra de la decisión que he tomado desde el punto de vista popular, pero por responsabilidad es la que tenía que tomar", ha dicho Rosell en declaraciones a 'Catalunya Ràdio'. "Prefiero un titular que diga: Rosell no deja entrar a los niños a otro que Rosell ha matado un niño, así de claro", ha insistido Rosell, quien ha admitido que la cuestión es "un lío social, legal y de tradición".

Rosell se escuda en la necesidad de aplicación de una ley de 2007 en la que se determina que cada asistente a un espectáculo debe contar con una entrada, así como en un precedente del pasado, puesto que el año pasado en un partido que se jugó al mediodía ante el Getafe se registró la presencia de 10.000 niños.

El conseller de Interior de la Generalitat de Cataluña, Ramón Espadaler, ha comentado que fue Rosell quien le comunicó la decisión de la junta directiva del Barça. "Desde nuestra perspectiva no había ningún problema. Es una decisión correcta por lo que se refiere al sobreaforo si se supera el 30 o el 40 por ciento", ha dicho a la misma emisora.

"Estamos estudiando qué hacer, aunque en partidos de alto riesgo no habrá excepciones", ha insistido Rosell, quien ha recalcado que este tipo de decisiones no tienen que ser aprobadas por la Asamblea de Compromisarios. El dirigente azulgrana considera que es una cuestión de conciencia que no puede asumir si ocurriera algo. "Tenemos que hacer algo, pero es complicado, porque tenemos todo el estadio vendido", ha recalcado.

Rosell ha recordado que "en los campos serios de Europa" nadie accede sin entrada. "Es de aquellas normativas que no quieres aplicar, estamos en contra, pero es la Ley", ha insistido.

Ante el revuelo registrado en las redes sociales por los aficionados barcelonistas, puesto que llevar a los niños menores de siete años al estadio sin entrada se había convertido en una tradición familiar, Rosell ha dicho que el club no se ha precipitado.

"Los expertos en seguridad nos alertaron ante el Barça-Real Madrid que en vez de 10.000 niños, podían venir 40.000 niños. Podíamos tener un aforo de 140.000 espectadores. No es un problema de respetar la Ley, sino de que pueda pasar cualquier cosa en la tercera gradería", ha dicho.

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