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El Liverpool no construirá un campo nuevo, sino que reformará el mítico Anfield

El director ejecutivo del Liverpool, Ian Ayre, ha anunciado este lunes que el club ha abandonado el proyecto de levantar un nuevo estadio en Stanley Park para centrarse en una remodelación del legendario Anfield, con 120 años de historia a sus espaldas.

En una rueda de prensa en el Ayuntamiento de Liverpool en la que se hizo público un acuerdo con el Consistorio para invertir 25 millones de libras (31 millones de euros) en la regeneración del área donde se levanta el actual estadio, Ayre subrayó que "todo el mundo reconoce la importancia que tiene el día de hoy para el club".

En una fecha simbólica, cuando se cumplen dos años desde que la firma estadounidense Fenway Sports Group comprara el Liverpool por 300 millones de libras (375 millones de euros), Ayre ha cerrado oficialmente la carpeta del proyecto de Stanley Park, el coliseo para 60.000 espectadores que se proyectó en 2002 y cuyas obras nunca han comenzado.

El Liverpool, dieciocho veces campeón de la Premier y cinco de la Liga de Campeones y la Copa de Europa, "celebró su 120 aniversario este año en Anfield y no hay duda de que esa es nuestra morada espiritual. Nuestra preferencia siempre fue quedarnos", afirmó Ayre. El dirigente del club no quiso desvelar detalles sobre el coste de la remodelación del actual estadio ni sobre la futura capacidad de Anfield hasta que esas cifras "sean definitivas", si bien los medios afirman que el club pretende añadir 15.000 asientos a los actuales 45.000 para alcanzar la misma capacidad que se proyectaba en Stanley Park. 

"Uno de los mayores retos de levantar un nuevo estadio desde cero es que no ganas 60.000 espectadores, sino simplemente la diferencia entre la capacidad que tenías antes", reflexionó Ayre, para quien ese cálculo "hace que sea difícilmente viable" derruir el actual coliseo para construir uno nuevo.

El movimiento que anunció el Liverpool es similar al que Fenway Sports Group llevó adelante en el estadio del equipo de béisbol estadounidense Red Sox, también de su propiedad, en 2005, cuando se decidió abandonar los planes de construir un nuevo recinto para ampliar el histórico estadio de Fenway Park.

Si bien Ayre dejó clara la intención del Liverpool de avanzar hacia un Anfield remodelado, el director ejecutivo advirtió asimismo de que el acuerdo alcanzado con el Ayuntamiento es el "primer paso" de un proyecto amplio en el que todavía falta "adquirir terrenos y recibir permisos". Para el responsable de la entidad, "superar los retos y las barreras" que se presentan ante la remodelación de Anfield es el mejor modo de "encontrar una solución económicamente sostenible para el club a largo plazo". "La opción de quedarse en el actual estadio ya se había estudiado antes. La diferencia fundamental es que por vez primera las partes involucradas hemos presentado una iniciativa común", resaltó el directivo.

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