Publicado: 02/01/2015 04:00
Aún no había acabado el año 2014 y Mercedes decidió abrir la guerra psicológica del Mundial de Fórmula 1 2015 que arranca el 15 de marzo en Australia. Se trata de una baza muy utilizada entre bambalinas por las escuderías para intentar desequilibrar a los rivales.
El que ha tirado la primera piedra no es un cualquiera, sino el director ejecutivo de Mercedes, el austríaco Torger Christian Toto Wolff. Y lo que ha dicho tampoco es baladí pese a ser algo que se viene barajando en los últimos meses.
Wolff cree que si la renovación del británico Lewis Hamilton, reciente campeón del mundo de Fórmula 1 con la escudería alemana, no prospera, Fernando Alonso sería la "primera alternativa".
Así lo cuenta en una entrevista publicada por La Gazzetta dello Sport, en la que Wolff también afirma que "no hay prisa" para renovar el contrato de Hamilton, que expira en diciembre de 2015.
"Se hablará de eso durante el año", afirma lacónico el jefe de Mercedes, quien asegura que su prioridad es contar con los pilotos de los que actualmente dispone: el citado Hamilton y el alemán Nico Rosberg.
"Pero si no fuese posible, Alonso representa la primera alternativa. Luego está Bottas", agrega Wolff. Que Mercedes siga al finlandés de Williams e incluso lo manifieste abiertamente no sorprende demasiado toda vez que el joven piloto fue la revelación del Mundial 2014.
Ahora bien, que el director de la marca alemana que el año pasado arrasó en F1 mencione con tanto descaro a Fernando Alonso es la primera bomba dialéctica del año.
Porque el español acaba de dejar Ferrari, ha sido presentado como nuevo piloto de McLaren-Honda y es la gran apuesta de este nuevo y poderoso binomio británico-nipón para intentar desbancar precisamente a Mercedes.
De hecho, en la entrevista Wolff reconoce que el asturiano "es peligroso con cualquier coche. Si tiene entre las manos un monoplaza que pueda clasificarse sexto, él lo lleva al tercero".
El ovetense estuvo esperando hasta el último momento por la opción de fichar por Mercedes, y cualquier equipo puntero desearía contar con él, pero de ahí a tirarle los tejos descaradamente cuando ni siquiera ha arrancado la temporada y acaba de firmar con otra marca sólo puede interpretarse como el comienzo de una guerra que se anuncia muy larga.
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