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¿Guerra civil en McLaren o estrategia sibilina de Alonso y Dennis para espolear a Honda?

Fernando Alonso y Ron Dennis, el día de la presentación del español como piloto McLaren.

En Fórmula 1 nada es lo que parece. Y mucho menos las palabras. Vamos, que todos mienten. O, como reconoció Fernando Alonso tras salir de Ferrari, cada uno interpreta su papel. Por eso, horas después del terremoto provocado por el asturiano en Japón, existen varias preguntas cuyas respuestas, precisamente por el funambulismo de este deporte, son de libre interpretación.

¿Por qué arremetió publicamente Alonso contra el motor de Honda precisamente en Suzuka, el circuito propiedad del fabricante japonés que le paga parte de su multimillonario sueldo?

La versión simplista se remite a un conocido refrán: el adelantamiento de un piloto menor, Ericsson, con su coche menor, Sauber, ha sido la gota que colma el vaso de la paciencia. Que haya sucedido en Japón "es una casualidad, nada más".

Mirando más allá, no parece tan casual que el asturiano emitiese al aire semejantes exabruptos -todos ellos fundamentados en la más cruda realidad- sabiendo de sobra que los peces más gordos de Honda estaban muy atentos a la carrera en el mismo paddock.

¿El estallido verbal del español le ha sentado tan mal cómo parece a Ron Dennis, presidente y principal accionista de McLaren?

Atendiendo a las declaraciones del directivo inglés, no hay mucho margen para la duda: "No son unas palabras muy constructivas cuando estás intentando crear una relación fuerte con Honda. Estamos en Japón, en el circuito de casa de Honda, tenemos al presidente de Honda, el jefe de investigación y desarrollo y el director ejecutivo. Los tres ejecutivos están totalmente comprometidos para ganar un campeonato del mundo y su camino va a ser mucho más duro de lo anticipado, pero sus aspiraciones y compromiso no han disminuido. Esa actitud de Fernando no muestra la profesionalidad que me gustaría en todos nuestros pilotos mostrasen. No voy a tolerar ese tipo de cosas".

Dura respuesta que parece anunciar tempestad. ¿Incluso la segunda parte de la cruenta guerra civil vivida en McLaren en 2007? No está tan claro. Porque durante la rueda de declaraciones realizadas por Ron Dennis ante los principales medios ingleses también hubo tiempo para otro tipo de discurso mucho menos duro con Alonso. Incluso muy cercano a las tesis expuestas de forma brusca por el ovetense vía radio del coche.

"Todo lo que está saliendo de nuestros pilotos en este momento tiene su origen en la frustración, la decepción y la desmotivación. Y la verdad es que sí, todos estamos desmotivados", reconoció el presidente ejecutivo de McLaren en declaraciones a la revista Autosport. "Todavía no puedo entender por qué nadie se da cuenta de que no vas a ganar un campeonato del mundo si tienes un motor de segundo equipo. Simplemente, no va a suceder. En Honda entienden lo que hay que hacer, están aumentando los recursos, poniendo más dinero y esfuerzo en ello, y vamos a conseguirlo. Tenemos que pasar por este proceso doloroso, pasar por esta curva de aprendizaje y obtener un motor competitivo".

¿Aguantará Fernando Alonso esta situación en McLaren o se irá de la escudería y/o de la F1?

Una periodista de la BBC le preguntó al asturiano si segurá el año que viene en la Fórmula 1. "No lo sé, quedan cinco carreras por delante y tenemos que intentar mejorar la situación y ser competitivos”, respondió. Otro incendio al que también pareció echar gasolina Ron Dennis: "No sé qué quiere decir con ese comentario. Hablé con Fernando, tiene un contrato y él lo sabe. Estoy sorprendido por sus palabras".

Conocida la repercusión mundial de este cruce de declaraciones, Alonso tiró de Twitter para enfriar la tensión:

Y aquí no ha pasado nada.

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