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Florentino despedaza al madridismo: el regreso de Raúl provoca otro cisma

Florentino Pérez le entrega un obsequio a Raúl en el año 2014.

Que la figura de Raúl González Blanco provoque controversia en el entorno del Real Madrid ya es una noticia increíble en sí misma. Pero que su incorporación como asesor presidencial, lejos de ser recibida con alborozo general, sea objeto de un nuevo cisma interno indica el estado de ruina social que vive la entidad blanca. 

Según informó El Transistor, programa deportivo nocturno de Onda Cero, Raúl volverá a trabajar en el Real Madrid el próximo mes de junio en un cargo institucional cercano a Florentino Pérez, presidente del club.

Sería un síntoma de normalidad si no fuera por las polémicas que persiguen al mítico '7' en los últimos meses. Un sector del madridismo y los periodistas más cercanos al presidente llevan tiempo reprochándole una actitud "excesivamente diplomática con el Barcelona".

Tras colgar las botas, Raúl ejerce de embajador de la Liga de Fútbol Profesional, pero ciertos seguidores blancos y varios comunicadores no han visto bien que se haga fotos abrazando a Stoichkov -exjugador búlgaro del Barça-, que pondere los goles de Messi ni, sobre todo, la reciente y vaga respuesta sobre su futuro profesional en una entrevista concedida al diario deportivo catalán Sport.

"¿Podría darse el caso que llegara a trabajar para el Barcelona?", le preguntaron. "Esto es fútbol y nunca se puede decir que no haré esto o lo otro", respondió. Y acabó de encender algunos ánimos.

La publicación de esta entrevista, el pasado lunes, ha conllevado horas de radio y televisión, artículos de opinión, miles de mensajes en redes sociales y tertulias incendiarias donde el protagonista, casi siempre linchado, ha sido Raúl.

Pocos imaginaban la inesperada maniobra de Florentino Pérez. Contratar precisamente ahora a Raúl, con la que está cayendo, solo se puede interpretar como una hábil jugada del presidente del Real Madrid para suavizar las tensas relaciones del club con la Liga.

Florentino y Javier Tebas, presidente de la LFP, no son precisamente amigos, así que la figura de Raúl, que se ha chamuscado más de lo previsto en su papel de embajador de la Liga, puede ser ideal para limar muchas asperezas.

Lo que no está tan claro es si a Florentino Pérez le compensará llevarse bien con la Liga a cambio de  cavar otra grieta en los ya resquebrajados cimientos sociales del Bernabéu. Por lo visto en las últimas horas, va a resultar difícil que esos aficionados críticos perdonen a Raúl... y al propio presidente por abrirle de nuevo las puertas de la casa blanca.

Y tampoco será fácil el ejercicio de envainársela que tendrán que hacer ciertos periodistas siempre entregados a la causa merengue y muy críticos con Raúl últimamente. Alguno, eso sí, ya ha empezado a entrenarse para ello:

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