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Deportes

¿Y contra los ultras del periodismo deportivo cuándo tomará medidas la Comisión Antiviolencia?

En una semana marcada por las buenas intenciones y los golpes de pecho generalizados contra la violencia en el fútbol, ha bastado una jugada como el piscinazo de Cristiano Ronaldo ante el Celta para que los ultras del periodismo deportivo volvieran a manifestarse sin rubor.

Los informadores de orgulloso sentimiento culé ya clamaron durante toda lo noche del sábado en las redes sociales poniendo a parir al jugador portugués y resucitando por enésima vez la teoría de la conspiración arbitral. Los periodistas de corazón blanco saltaron rápidamente en defensa de CR7 y del Real Madrid, llegando los más extremistas a negar la evidencia de las imágenes.

Estas opiniones en caliente, nunca justificables, fueron menos llamativas –la fuerza de la costumbre- que las publicadas en los diarios después de, se supone, un tiempo de reposo y reflexión. En las versiones web y de papel de los periódicos deportivos de Madrid y Barcelona las versiones son tan contrapuestas que, si no fuera lo habitual, provocarían sonrojo.

Mientras los deportivos de la Ciudad Condal ponen el foco en el penalti injusto provocado por Cristiano, los de la capital de España glosan –otra vez- la figura del excepcional delantero portugués.

En algunos casos, el lenguaje de los titulares y el tono de ciertos artículos rozan los límites de la provocación, lugar demasiado común en el periodismo deportivo patrio y cuya peligrosidad estriba en que se trata de una zona fronteriza con la violencia. Ejemplos:

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