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Primer problema para Benítez: el protagonismo de Bale genera inquietud a Cristiano

Cristiano y Bale, durante la pretemporada en Australia.

Rafa Benítez comienza a toparse con los obstáculos lógicos que surgen al gestionar una plantilla de estrellas millonarias bien pagadas de sí mismo. El técnico madrileño ha cambiado el sistema de juego del equipo, "para defender más ordenadamente", del innegociable 4-3-3 de Ancelotti a un 4-2-3-1 menos vistoso. Una modificación táctica que ha llegado acompañada de cambios de posición, entre los cuales el mayor benificiado ha siso el galés Gareth Bale. 

Esta modificación inquieta especialmente a un jugador: Cristiano Ronaldo, quien desde hace tiempo ve con intranquilidad como Florentino Pérez dedica elogios y cuidados al ex del Tottenham, evidenciando su favoritismo por el Expreso de Cardiff. Eso se suma a los desencuentros que han protagonizado el dirigente y el crack portugués, unos roces que han convertido la relación en distante. El primer encontronazo llegó durante una negociación de mejora de contrato del luso, cuando Pérez le retó a traer el dinero de su cláusula "para fichar con ella a Messi". Cristiano tiene muy presente ese desplante ante el que es su mayor rival en el terreno de juego. Posteriormente, como reveló Vózpopuli el pasado 3 de febrero, Florentino advirtió al portugués: "Cristiano, tenemos que ayudar a Bale porque será el futuro Balón de Oro". Si lo de Messi escoció a Ronaldo, esta declaración le demostró las preferencias del presidente.

Pero el problema ahora es que el nuevo planteamiento táctico de Benítez confiere mucho más protagonismo al galés, que se muda de la banda derecha al centro. A Bale, zurdo cerrado, se le abre un mundo de alternativas, empezando por poder disparar puerta con mucha más frecuencia, algo que el galés suele hacer cada vez que tiene oportunidad. Bale cuenta con un disparo descomunal, que además dirige con gran precisión. Tanto en el Tonttenham como en Gales son numerosos los goles que ha logrado atacando la pelota desde fuera del área. Y cuandoi coja algo de confianza puede convertirse en un gran recuerso para el ataque del Real Madrid a la hora de abrir defensas.

El problema es que eso provocará que Cristiano pierda protagonismo ofensivo. Y eso no hace ninguna gracia al luso, cuyo gen competitivo está, en muchas ocasiones, por encima del interés del equipo. En el primer partido de la pretemporada, el que enfrentó al Real Madrid con la Roma, el galés tomó algunas decisiones que no gustaron a Ronaldo, quien llegó a recliminarle un par de veces que no le pasase la pelota. Rafa Benítez tendrá que tener mucha mano izquierda para gestionar ese problema de egos. Además, tendrá que mojarse en una delicado aspecto del juego: el lanzamiento de las faltas. Desde que Cristiano llegó al Real Madrid, él es el dueño y señor de las libres directos. Ha conseguido numerosos goles, pero también es cierto que el porcentaje de efectividad es bastante bajo. Y muchas veces abusa de protagonismo, cuando la pelota está colocada en perfiles más adecuados para jugadores zurdos.   

   

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