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El Real Madrid, campeón de la Copa tras ganar 1-2 al Barça sin Cristiano, pero con un gran gol de Bale

Un golazo de Bale dio la victoria al equipo madridista.

El fútbol es una cuestión de fe y sólo así se entiende que un balón perdido en una banda pueda terminar dando un título. Gareth Bale, el hombre de los cien millones, hizo mucho por pagar parte del crédito. Sacar un gol de un balón muerto, midiéndose con Bartra en una carrera que tenía perdida, teniendo que salirse del campo para recuperar el esférico. Los que son buenos, y él lo es, nunca pierden la esperanza. Corrió, se cruzó el campo y sólo le quedó Pinto, que no es rival suficiente para quien sueña despierto.

Era el minuto 84 y con aquello el Real Madrid marcaba su segundo gol y se llevaba la Copa. Hay muchos factores para llegar a ello. El barcelonismo llorará que Neymar, dos minutos después, estampara un balón en el palo cuando ya gritaban gol. El madridismo comentará que puede ser suerte, pero que la suerte es más sencilla si el portero es Iker Casillas, el que no pierde finales.

El Barcelona, que tuvo el balón, adoleció de todos los problemas que se han convertido en rutina. Puede tener mucha posesión, la tuvo, en no pocas ocasiones porque el Madrid se lo regaló, pero no supo qué hacer con ella. Fuera del gol de Bartra, que es una curiosidad museística –un gol de cabeza en un equipo de pequeños- y del palo de Neymar los azulgrana no causaron grandes problemas al Madrid.

Tenían el balón, lo sobaban, lo manoseaban, sin ningún tipo de peligro. Xavi, un enorme jugador que en sus ratos libres ejerce de teórico, diría que eso es lo importante, pero las normas del juego no lo ven igual.  Lo que un día fue muy útil, lo que asombró al mundo, ahora es sólo manierismo. La degeneración de un estilo.

No es difícil considerar que el Madrid fue, en global, algo mejor. Defendió bien, atacó bien, regaló el balón. Hay una sutil diferencia entre dominar, que el Madrid no lo hizo, y ser eficiente, que sin duda sí. Ancelotti propuso un nuevo dibujo en defensa, propiciado por la ausencia de Cristiano.

Un 4-4-2 bien armado, con pocos huecos, impenetrable. En ataque la receta era simple velocidad. Esa potencia, bien controlada por Benzema (¡qué delicatessen el pase del primer gol!) Di María, incansable, y Bale, que igual estuvo un poco más gris, algo chupón, pero al final resolvió el partido. Es un arte.  

Ancelotti, que no había ganado los partidos importantes, firmó un cheque por más tiempo en el Madrid. Iguala también ahora el primer año de Mourinho. Martino, ya sin objetivos, es la cara de la decepción en Barcelona. El equipo empezó a caer tiempo antes, pero su imagen es indisociable a la caída de un histórico.

Ficha técnica:

1 - Barcelona: Pinto, Dani Alves, Bartra (Alexis, m.85), Mascherano, Jordi Alba (Adriano, m.46), Sergio Busquets, Xavi, Neymar, Cesc (Pedro, m.60), Iniesta y Messi.

2 - Real Madrid: Casillas, Carvajal, Sergio Ramos, Pepe, Coentrao, Xavi Alonso, Di María (Illarramendi, m.85), Modric, Isco (Casemiro, m. 87), Bale y Benzema (Varane, m.89).

Goles: 0-1, m.11: Di María. 1-1, m.68: Bartra. 1-2, m.84: Bale.

Árbitro: Mateu Lahoz (colegio valenciano). Amonestó por el Barcelona a Neymar (m.16), Mascherano (m.53) y por el Real Madrid a Isco (m.2) y Pepe (m.16) y Xabi Alonso (m.87).

Incidencias: partido final de la Copa del Rey disputado en el campo de Mestalla ante 50.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.

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