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De Biles a Van Niekerk: los cinco mejores momentos polideportivos de 2016

Simone Biles, durante un ejercicio en Río.

Como buen año olímpico que se precie, 2016 ha estado trufado de grandes historias más allá del fútbol. Un terreno polideportivo que, en VozPópuli, resumimos en cinco instantes imprescindibles y un puñado de menciones especiales. ¿Quién no guardará para siempre en la retina estos momentos?

1) Nadia Comaneci ha vuelto: Y es negra y nació en el estado de Ohio. Simone Biles fue la reina de los Juegos de Río y dominó la gimnasia artística en Brasil (cuatro oros y un bronce) con una suficiencia que recordó épocas pretéritas. Física y técnicamente perfecta, sólo la anfibia Katie Ledecky desplegó una dictadura tan espectacular en su disciplina.

2) Golpe al récord imposible: Quizá la mayor sorpresa del curso. Mientras el mundo entero se fijaba en la pugna entre Kirani James y LaShawn Merritt, un joven sudafricano entrenado por una septuagenaria destrozaba en la final de los 400 metros lisos de Río el último récord de otro planeta de Michael Johnson. Una proeza de 43.03 que colocó a Wayde Van Niekerk de cabeza en el Olimpo de la velocidad universal.

3) Adiós a 'The Greatest': Para muchos, el mejor deportista de todos los tiempos. Al menos, uno de los más influyentes, en varios ámbitos. Ali se apagó en junio, mermado por una enfermedad que llevaba años devorándole. Además del icónico boxeador, otro mastodonte en su ámbito como el golfista Arnold Palmer se fue en este 2016.

4) Se jubila el baloncesto de una generación: Muchos no estaban (estábamos) preparados para tres arañazos de nostalgia tan consecutivos cuando un triunvirato ya inmortal decidió decir adiós en la NBA. Kobe Bryant, Tim Duncan y Kevin Garnett se retiraron de la actividad y un cachito del baloncesto de la década de los 2000 se fue al baúl de los recuerdos.

5) Y Murray destronó al intocable: Parecía imposible, de un tiempo hacia acá, toser a un Novak Djokovic que parecía haber alcanzado una sublimación tenística técnica, física y mental. Hasta que Andy Murray, cual hormiga, fue poco a poco arrebatándole foco al serbio. Abierto de Australia, Wimbledon, Oro olímpico y Torneo de Maestros en un año inolvidable para el de Glasgow.

Mención especial

Perfectamente podrían haber estado dentro de nuestro altar de momentos los Chicago Cubs, que esfumaron una maldición histórica para el béisbol. O Nairo Quintana, por fin a la altura (Froome mediante) de lo que muchos esperan de él. O una Argentina campeona de la Davis con un Del Potro resucitado entre lágrimas en este 2016.

O incluso Garbiñe Muguruza, que volvió a dar lustre en un Grand Slam al tenis español femenino. O incluso las chicas que en Río nos dejaron sin aliento: desde Carolina Marín a Maialen Chourraut pasando por Lydia Valentín, la histórica Mireia o una Ruth Beitia que fue el capítulo final perfecto para unos Juegos De Río que nos hicieron trasnochar con gusto.

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