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Ultimátum al Barça para intentar salvar la Supercopa de Catalunya

El entrenador del Barça, Tito Vilanova, asegura que "la Supercopa de Catalunya se jugaba en la única semana en la que puedo entrenar con todos los jugadores juntos. Después ya vienen dos partidos la semana siguiente y los internacionales se vuelven a marchar con la selección. Transmití al club mi preocupación en este sentido y el club decidió que jugara Barça B".

Después de decidir suspenderla por "incumplir" el club blaugrana las condiciones pactadas al pretender jugar con el filial, el presidente de la Federació Catalana de Futbol (FCF), Andreu Subies, ha dado un plazo de 48 horas a Barcelona y Espanyol para aceptar la nueva fecha propuesta para jugar la primera edición de la Supercopa de Catalunya. "La FCF ha propuesto jugar las finales el día 26 de septiembre como fecha única dentro del calendario de competiciones oficiales. En las 48 horas próximas los dos clubes lo consultarán y contestarán, así ha sido el compromiso de los clubes oficiales", manifestó en rueda de prensa.

Con esta especie de ultimátum el ente federativo catalán quiere conseguir que Barça y Espanyol muestren un compromiso férreo hacia la competición, creada este mismo año con la intención de recaudar fondos para los clubes modestos del país. Así, lamentó que el club blaugrana no cumpliera con las condiciones pactadas en su día, y es que el 11 de julio se presentó el evento y fue el presidente, Sandro Rosell, quien aseguró que se llevaría al mejor equipo posible.

Para evitar que vuelva a suceder algo así, Subies pretende conseguir un compromiso por escrito de ambos clubes para ayudar al fútbol catalán. "El compromiso de jugar el día 31 era para jugar con los mejores, pero las dificultades que han existido para que no se juegue es responsabilidad de todos, en su parte. Las garantías que dio el FC Barcelona es que irían con el mejor equipo posible, del primer equipo. La FCF tuvo que suspender el evento por cómo estaba diseñada la final", lamentó.

 "El Barça no cumplía con las condiciones del partido, por eso la FCF anuló las finales. Pero tengo que comprender la situación de un club y de otro. El Espanyol dio su opinión, y parte de ella la tenemos aquí como es el seguir trabajando. Pero no entiendo ninguna otra situación que no sea pensar en positivo", manifestó. Además, son 15.000 las entradas que se habían vendido y cuyo importe deberá volver la FCF.

Por su parte, el secretario general del Deporte de la Generalitat de Catalunya, Ivan Tibau, aseguró que el formato ideado para la competición es el "correcto" y lamentó este incidente. "El formato es el correcto y que los profesionales apoyen al fútbol modesto es bueno. De la reunión de hoy ha habido una propuesta, y creo que sería bueno que los dos clubes asistiesen. Primero el FC Barcelona, como responsable de su decisión, estoy seguro de que hará un esfuerzo para jugar este partido, todos sabemos lo que comporta que se juegue o no", señaló.

Y es que antes de la rueda de prensa hubo un encuentro de prácticamente dos horas al que, por parte del Espanyol, asistió su consejero delegado, Joan Collet, y por parte del Barça, el secretario y portavoz de la Junta Directiva, Toni Freixa, el vicepresidente del área deportiva, Josep Maria Bartomeu, y el directivo encargado de las relaciones con la FCF, Jordi Mestre.

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