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Postales de la histórica noche del Atlético en Múnich

La cábala de Simeone, los cuernitos, al saltar al césped del Allianz Arena.

Fue una noche histórica. El 3 de mayo de 2016 ya descansa en la memoria de los atléticos como la noche en la que vengaron a sus mayores. En un partido épico, de dimensiones titánicas, como el rival al que se enfrentaban: el Bayern de Guardiola. Simeone dejó claro que el equipo venía a ganar, que no especularían con el resultado buscando la clasificación y relativizando el partido. Saltó al césped del Allianz Arena con los cuernos habituales de su cábala. Y habló poco con los jugadores. El partido vivió una primera parte muy dura para los rojiblancos. Una falta lanzada por Xabi Alonso se coló entre las piernas de Giménez para llegar a las redes. El Atlético sufría ante el tsunami muniqués hasta que Oblak detuvo un penalti a Müller y todo volvió a su sitio. 

En el descanso Cholo fue escueto. Sólo les dijo una cosa: "Si estamos vivos es por algo, por vuestro trabajo. Si seguís así, vamos a pasar". Después cambió a Carrasco por Augusto y el Atlético comenzó a equilibrar el partido con el balón en los pies. El gol de Griezmann desató la euforia en los atléticos. Pero un gol de Lewandowski devolvió la angustia con veinte minutos por delante. Pudo sentenciar la eliminatoria Torres, pero erró un penalti cometido sobre él mismo. Estaba escrito que el único camino era el sufrimiento. Y así se llegó al final. El gol del Principito llevaba al Atlético a otro final dos años después. Quién sabe si quizás contra el mismo rival. Después de vengar la memoria de sus mayores por aquella final del 74, los atléticos quieren cerrar sus heridas recientes ante el Real Madrid. Creer, sufrir, ganar... 

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