Tras el compromiso del Gobierno de destinar 400 millones de euros anuales extra al sueldo del personal de las Fuerzas Armadas, España superaría por primera vez la barrera de los 20.000 millones en inversión en Defensa al año, según las estimaciones de la OTAN. Una cifra con la que se mantendría en el 1,29% del PIB, aún por debajo del 2% que exige la Alianza para el presente año, pero que abre las puertas a desbloquear nuevas partidas ante el previsible fracaso en las negociaciones por los Presupuestos Generales del Estado. Pero, ¿a qué se destinan esos 20.000 millones anuales?
La inversión en Defensa se ha convertido en una de las prioridades principales prioridades del Gobierno de Pedro Sánchez, a tenor de las presiones de los principales socios y aliados para incrementar esta partida de forma urgente. España mantiene su compromiso de llegar al 2% antes de que termine la presente década, pero la OTAN urge a alcanzar este nivel antes de verano y a aspirar, en un futuro inmediato, al 3,6% o 3,7%.
Nuestro país está en la cola en inversión de Defensa de todos los países de la OTAN. Según figura en un documento de la Alianza titulado Defence Expenditure of NATO Countries (2014-2024), el presupuesto armamentístico de España se mantiene en el 1,28%, el último de una treintena de naciones. Le superan, en este orden, Eslovenia (1,29%), Luxemburgo (1,29%), Bélgica (1,30%), Canadá (1,37%) e Italia (1,49%). En cabeza se ubican dos países que miran directamente hacia Rusia, como Polonia (4,12%) y Estonia (3,43%), seguidos de Estados Unidos (3,38%).
La inversión en España
¿Y España? Según la gráfica que incorpora este documento de la Alianza, nuestro país invirtió en Defensa 19.723 millones de euros en 2024. El crecimiento ha sido progresivo en los últimos años, teniendo en cuenta que en el año 2016, hace menos de una década, la cifra superó por poco los 9.000 millones de euros. O lo que es lo mismo, la inversión actual alcanza el 1,28% del PIB, frente al 0,81% de entonces.
En términos de personal, la OTAN calcula que todos los países aliados cuentan con un total de 3.418.600 efectivos, de los que 117.400 corresponderían a las Fuerzas Armadas españolas. Italia, por su parte, aportaría 171.400; Francia, 204.700; Grecia, 110.800; Polonia, 216.100; Alemania, 185.600; y Reino Unido, 138.100.
Es precisamente en la categoría de personal donde España invierte mayor porcentaje de su inversión en Defensa, según los datos recogidos en el memorando de la OTAN, hasta alcanzar el 43,9%. Atendiendo a la inversión anual de casi 20.000 millones, cerca de 8.780 millones irían a esta categoría. Cabe recordar que la OTAN engloba también pensiones y que nuestro país, además de los militares en activo, dispone de más de 7.000 reservistas de especial disponibilidad.
El equipamiento representa el 30,3% de la inversión anual de Defensa en España. En esta categoría se engloban gastos en equipamiento mayor y programas de I+D. Nuestro país está actualmente inmerso en varios programas de renovación armamentística, después de que numerosas capacidades quedasen al borde de la obsolescencia durante los años en los que la inversión militar tocó mínimos.
Así, la Armada española espera la incorporación de los nuevos submarinos S-80 y de las futuras fragatas F-110. El Ejército del Aire y del Espacio ha suscrito sendos programas para la incorporación de aviones Eurofighter, y mira con atención el desarrollo del proyecto FCAS, el futuro caza de combate europeo. Por su parte, el Ejército de Tierra aguarda con impaciencia la llegada de los vehículos blindados 8x8, que acumulan severos retrasos en su diseño y producción. Son sólo algunos de los proyectos que contempla España para su renovación armamentística.