La presencia de una patrullera de la Marina Real de Marruecos en aguas de Melilla, muy cerca de la costa, suscitó el interés y la curiosidad de la población, toda vez que se preguntaban las razones por las que un buque de estas características había quedado encallado en esta posición. España colaboró con Rabat en mantener la nave a flote, hasta que finalmente fue trasladada hasta el reino alauí. El Gobierno de Pedro Sánchez desvela ahora cómo gestionó esta crisis y las razones por las que se produjo el incidente.
Las explicaciones constan en una respuesta parlamentaria dirigida a diputados del Partido Popular, que interpelaron al Ejecutivo sobre la presencia de la nave marroquí en Marruecos. Cabe recordar que el episodio tuvo lugar el pasado 26 de diciembre, cuando la embarcación quedó encallada en el Dique de Sur de Melilla en torno a las 10.30 horas.
Se trataba de la patrullera El Kaced, de la Marina Real de Marruecos, de la clase P-32. De fabricación francesa, la operación se antojaba complicada, toda vez que el buque contaba con una eslora de 32 metros y una manga de 5,35 metros. El peso total se estima en unas 89 toneladas. ¿Cómo pudo quedar encallado ante Melilla? ¿Qué mecanismos se articularon para su rescate?
El Gobierno detalla que las autoridades españolas “colaboraron” en todo momento con las marroquíes, una vez tuvieron conocimiento de que la patrullera había quedado encallada en una zona delimitada con boyas que demarca la zona costera de Melilla. Las imágenes dan cuenta de la proximidad respecto a la costa en la que tuvieron lugar los acontecimientos. Enseguida se desplegaron medios de Salvamento Marítimo.
En su respuesta escrita, el Ejecutivo afirma que los hechos sucedieron cuando, tras salir del puerto de Beni Enzar, en Marruecos, se produjo una avería que mermaba las capacidades de la patrullera de Marruecos. El buque quedó “a merced de la corriente y del viento”, llevándola hasta la zona españolas.
Una vez llegó hasta las inmediaciones de la costa marroquí, “de poca profundidad y con rocas en su fondo”, la patrullera El Kaced frenó su inercia de deriva, quedando encallada en una posición delicada. Sin riesgo de que continuase su navegación descontrolada, inmediatamente se desplegaron las capacidades necesarias para impedir su hundimiento o una fuga de combustible, y, a la postre, lograr su remolcado hasta Marruecos.
El rescate
Cabe recordar que buceadores se desplazaron hasta la zona para examinar el estado de la patrullera de la Marina Real de Marruecos. También se instaló una barrera de protección a modo preventivo, toda vez que su tanque contaba con capacidad para almacenar varias toneladas de combustible, aunque finalmente no se produjo ninguna salida.
Aunque no hubo un riesgo inminente a su flotabilidad, lo cierto es que la silueta de la patrullera marroquí se inclinó con el paso de las jornadas. Tres días después, el 29 de diciembre, gracias a la ayuda de dos remolcadores y una grúa de gran tonelaje, se logró desencallar el buque accidentado, para trasladarlo posteriormente hasta Marruecos. La maniobra se ejecutó a muy baja velocidad y en un momento en que las condiciones meteorológicas eran favorables.
El Gobierno destaca en su respuesta parlamentaria que la presencia de patrulleras marroquíes en la zona “es algo habitual, dada la proximidad entre los puertos de Nador y Melilla, concretamente entre las zonas de atraque de buques del puerto de Nador y la zona conocida como Dique Sur de Melilla, donde el paso para la entrada y salida a ambos puertos se solapa, siendo utilizado tanto por embarcaciones marroquíes como españolas”.
También recuerda que las Fuerzas Armadas tienen asignadas misiones relacionadas con la seguridad y soberanía nacional, a través de operaciones que se desarrollan tanto dentro como fuera de nuestras frontera. “En particular, mediante las operaciones permanentes que tienen asignadas de vigilancia marítima y aérea, el control del espacio aéreo nacional y otras acciones destinadas a proteger la soberanía, la independencia, la población y los intereses de España”.