Unidades del Ejército de Tierra, correspondientes al Regimiento de Artillería Nº32, con base en la Comandancia General de Melilla, llevan a cabo labores de patrulla en la frontera con Marruecos: esa es la escena que se esboza en una reciente publicación del Estado Mayor de la Defensa (EMAD) en redes sociales. La actividad corresponde a las habituales operaciones de presencia vigilancia y disuasión asignadas a las Fuerzas Armadas, destinadas a salvaguardar la seguridad en territorio nacional.
Pero, ¿qué son estas operaciones? ¿Qué capacidades están desplegadas? El despliegue en la frontera entre Ceuta y Melilla con Marruecos es un ejemplo de las mismas. “Unidades del Regimiento de Artillería Nº32 realizan misiones de reconocimiento de itinerarios en áreas de interés nacional. Estas actividades forman parte de las operaciones de presencia vigilancia y disuasión, que se llevan a cabo bajo control operativo del Mando de Operaciones”, detalla el EMAD en su publicación.
Actualmente hay cerca de 3.000 efectivos de las Fuerzas Armadas que participan a diario en estas misiones permanentes, dedicadas a proteger la seguridad en España. Los ámbitos tradicionales se ceñían a tierra, mar y aire, pero el devenir de los tiempos ha llevado a desarrollar dos estructuras nuevas: la espacial y la ciberespacial.
La estructura operativa
Cada uno de estos espacios cuenta con unas capacidades específicas, que se dividen en los Mandos Operativos Terrestre (MOT), Marítimo (MOM), Aéreo (MOA), espacial (MOESPA) y Ciberespacial (MOC), que conforman la estructura de Mandos Permanentes. 3.000 efectivos que, 24 horas al día, siete días a la semana, velan por la protección de la soberanía nacional.
El despliegue de capacidades en Ceuta y Melilla, en la frontera con Marruecos, es una de las actividades gestionadas por el Mando Operativo Terrestre. Desde esta órgano también se articula el despliegue de efectivos en puntos sensibles, como los archipiélagos de soberanía nacional o en zonas particularmente sensibles, como el flanco sur de la Península o el Mediterráneo, entre otros.
También son conocidas las actividades que desarrolla la Armada al servicio del Mando Operativo Marítimo. Tras la invasión de Rusia sobre Ucrania son habituales los episodios en los que medios navales españoles monitorizan el paso de buques militares rusos a su paso por aguas de soberanía nacional. Asimismo se patrullan de forma permanente zonas críticas, como el Mar de Alborán o el Estrecho de Gibraltar.
¿Recuerdan aquel episodio en que cazas de combate del Ejército del Aire despegaron de emergencia ante la llegada de un avión cargado de pasajeros con problemas en el tren de aterrizaje? Aquel episodio atiende a las misiones de seguridad que asume el Ejército del Aire bajo el Mando Operativo Aéreo. Cualquier gestión relacionada con la soberanía nacional en el ámbito aéreo corresponde a este órgano. Y eso, en un país con la posición y conexiones como las de España, representa un desafío de especial envergadura.
Espacio y ciberespacio
Por su parte, el Mando Operativo Espacial es órgano de la estructura operativa de las Fuerzas Armadas responsable, a su nivel, del planeamiento, conducción y seguimiento de las citadas operaciones en el espacio ultraterrestre. Y el Ciberespacial, de las relacionadas con garantizar la libertad de acción de las Fuerzas Armadas en el ámbito ciberespacial, según los planes operativos en vigor.
“Las Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión son una herramienta eficaz para mantener la vigilancia de los espacios de soberanía, lo que permite detectar anticipadamente amenazas y facilitar una respuesta inmediata y viable ante una potencial crisis”, sostienen desde el Estado Mayor de la Defensa; ya sea en a frontera con Marruecos, en Canarias, por tierra, mar o aire, en el espacio o en el ciberespacio.