Ciencia

La trabas burocráticas del Ministerio de Ciencia fuerzan la dimisión de un prestigioso científico 

El experto admite que la burocracia y el intervencionismo son los responsables del fallo de un ambicioso proyecto

  • Juan Lerma -

Juan Lerma, director del Centro Internacional de Neurociencias Cajal (CINC), ha dimitido tras fuertes discrepancias con la presidenta del CSIC, Eloísa Pinto. 

Lerma es académico de número de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España (RAC). Un prestigioso biólogo investigador conocido por sus estudios en el ámbito de los receptores de glutamato y su relación con enfermedades neurológicas y mentales, que ahora renuncia a su cargo  por su disconformidad con el CSIC a tenor de un ambicioso proyecto integrado en el Centro de Investigaciones Interdisciplinares de Alcalá (Ci2A). 

“El CSIC ha decidido potenciar un centro de servicios en las instalaciones, dejando sin contenido al CINC”, explica Lerma a Vozpópuli. 

Lerma encabezaba desde 2011 un proyecto en el edificio de Alcalá de Henares en donde se sitúa el Ci2A, que buscaba darle un nuevo sentido al mismo, lo que hubiese dotado a nuestro país de un centro de excelencia que versaría sobre las neurociencias, un modelo similar al del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). 

El biólogo abandona el proyecto por falta de ambición de las administraciones, a pesar de las fuertes inversiones asegura que, “el problema ha sido la burocracia, el intervencionismo y la dependencia administrativa”, manifiesta Lerma. 

Poca agilidad 

El CSIC, que depende de la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, retomó el proyecto en 2019, cuando la presidenta del CIS era Rosa Menéndez y el proyecto fue finalmente aprobado este 2022. En las últimas semanas, y al ser conocedor de que el espacio debía ser compartido e iba a ser usado también por el Instituto Cajal, Lerma ha tomado la decisión, considerando inadmisible que los 15 millones de euros concedidos al CINC para equipamiento vayan a otro lugar. “Era un dinero para la excelencia, no para trasladar de ubicación otro organismo”. 

“El objetivo era el de crear un centro internacional y competitivo. Algo que fuese diferencial con una gobernanza propia, dinero privado y una línea de actuación basada en Libro Blanco del CSIC sobre el cerebro y siguiendo las líneas generales de investigación inspiradas en el Consejo Europeo del Cerebro”, se lamenta el reconocido biólogo al ver su proyecto truncado y modificado hasta el hastío 

Lerma ha abogado por un modelo público-privado en cuanto a la investigación se refiere. “A mi modo de ver existe una gran desconfianza entre los modelos, tanto la pública como la privada desconfían la una de la otra, y eso acaba afectando al avance de la ciencia”, ha asegurado el experto, que cree que se vigila demasiado a los investigadores. “Somos un gremio que siempre estira el dinero lo máximo posible y hacemos milagros, entiendo que haya medidas de transparencia, pero deben dejarnos gestionar esos fondos para ganar en agilidad y para que proyectos tan importantes como este no sigan fallando y dejando a España en la cola”, ha comentado el biólogo. 

Lerma afirma que muchos investigadores extranjeros que iban a venir a trabajar en el proyecto, al ver que no era algo tan singular,  se han retirado del mismo. “Si no acabamos con la excesiva burocracia y no somos capaces de subir los sueldos para atraer talento, este proyecto fallido es un paradigma de cómo no se deben hacer las cosas”.

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