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Cataluña

La parálisis define la gestión política de Torra

El presidente de la Generalitat, Quim Torra

Las elecciones al Parlament de Cataluña se celebraron el 21 de diciembre de 2018. Tuvieron que pasar 199 días para que, un 14 de mayo, se proclamara a Quim Torra -con 66 votos a favor, 65 en contra y 4 abstenciones- como presidente de la Generalitat. Anteriormente se intentó investir a Carles Puigdemont, Jordi Sánchez y Jordi Turull. De estos sólo Turull pudo someterse a una sesión de investidura en el Parlament. Decisión in extremis que quedó sin efecto al decretarse su encarcelamiento.

Torra, investido president

En su discurso de investidura Torra dejó claro que su papel era secundario, pues “nuestro presidente es Carles Puigdemont. Seremos leales al programa del 1 de octubre, a la construcción de la república”. Añadiendo que “persistiremos, insistiremos e investiremos a Carles Puigdemont”. Insistió en el mandato republicano de la ciudadanía y no se olvidó “que hay presos políticos”. Concluyendo que “impulsaremos un proceso constituyente. Un gran debate real que implique a toda la ciudadanía. Diseñaremos sin apriorismos el país en el que queremos vivir y que deberá concluir con la redacción de una constitución catalana”.

Uno de los grandes proyectos de Torra era poner en marcha el Consell de la República

Torra se comprometió a recuperar 16 leyes del Parlament frenadas por el Tribunal Constitucional y a trabajar en tres ejes. 1) en el exilio a través del Consell de la República. 2) las instituciones y la asamblea de alcaldes independentistas en Cataluña. 3) a través de la ciudadanía en el proceso constituyente.

Parálisis parlamentaria

Cataluña quedó instalada en una parálisis política desde enero a junio de 2018. Los intentos de investidura de Puigdemont, Sánchez y Turull impidieron que se llevara a cabo una normal vida parlamentaria. Desde junio a diciembre el Parlament ha aprobado tres modificaciones de leyes que ya estaban en vigor. La Ley 2/2018, de 8 de mayo, modificaba la Ley 13/2008. Con ella se debía facilitar la investidura de Puigdemont a distancia. Las otras dos modificaciones -Ley 1/2018, de 8 de mayo, modificaba la Ley 2/2014 de medidas fiscales, administrativas, financieras y del sector público; y la Ley 3/2018, de 23 de octubre, modificaba la Ley 14/2017 sobre la renta garantizada ciudadanía- se presentaron por iniciativa del PSC. En seis meses no se ha aprobado ninguna ley nueva.

Todavía no se ha presentado a tramitación el presupuesto de 2019

En la actualidad están en discusión siete proyectos de ley. De estos cinco los ha heredado de la legislatura anterior. De la época de Puigdemont. En trámite hay otros siete decretos de ley en trámite. Durante su mandato el Parlament sólo ha aprobado 3 decretos de ley. Una de las leyes fundamentales, como es el presupuesto de 2019, no se ha proyectado y menos se ha iniciado su tramite parlamentario.

El desbloqueo de la oposición

Esta carencia de actividad parlamentaria -el último decreto de ley y modificación de ley se aprobó en octubre- está vinculada con la situación política que quieren alargar. Los grupos independentistas consideran que no se puede trabajar mientras hayan políticos en la prisión y otros en el extranjero.

La oposición ha intentado presentar iniciativas para desbloquear la parálisis en la que vive Cataluña. En total Ciudadanos y PSC han presentado 29 proposiciones de ley, que han sido admitidas, pero aún no se han tramitado ni debatido en el Parlament.

Torra como presidente

Mientras el Parlament ha permanecido en parálisis legislativa, Torra empezó su presidencia viajando a Berlín y a Waterloo. A su vez instauró las videoconferencias para coordinar cómo debía evolucionar la política catalana con Puigdemont y Elsa Artadi. Después de la moción de censura, Torra vio una oportunidad con Pedro Sánchez. En ese momento empezó a tener iniciativas a espaldas de Puigdemont. Torra era partidario de un referéndum pactado de autodeterminación. Esta iniciativa es contraria a los postulados de Puigdemont. Este ha boicoteado todo intento de aproximación a Sánchez, pues sólo acepta la vía unilateral.

De su discurso de investidura sólo ha quedado estructurado el Consell de la República

La impresión de la oposición es que no hay una hoja de ruta marcada y que Torra improvisa. Durante la celebración de los Juegos del Mediterráneo se sumó a una concentración en contra del Rey Felipe VI. Escandalizó a propios y extraños con la vía eslovena. Rectifico. Después afirmó haberle entregado 21 propuestas a Sánchez en Barcelona. ERC reaccionó diciendo que ellos no sabían nada. De su discurso de investidura sólo ha llevado a cabo el Consell de la República, y por iniciativa de Puigdemont y Toni Comín. Torra ha actuado como presidente en la sombra de una república al amparo de una estructura administrativa y financiera llamada España.

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