Las autoridades canarias mantienen bajo control visual el progreso del hundimiento del buque pesquero Montes y Sabino. Se trata de una embarcación para faenar pesca artesanal y de propiedad española. El hundimiento coincidió con un ejercicio de pruebas de capacidad de reacción en Las Palmas de los equipos de accidentes medioambientales en el puerto de Las Palmas.
En un giro inesperado de los acontecimientos, el simulacro de salvamento marítimo llevado a cabo en Las Palmas de Gran Canaria horas después hubo un incidente real que tuvo lugar a pocos kilómetros de distancia. Mientras 200 efectivos se preparaban para evaluar la respuesta ante emergencias por contaminación marina, el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, estaba presente en el acto el Montes y Sabino se incendió y se hundió en la noche del 12 de marzo, generando una alerta inmediata.
El Montes y Sabino, de 15 metros de eslora y 5 metros de manga, estaba equipado con un motor de 300 caballos de fuerza y una capacidad de carga de aproximadamente 10 toneladas no dio más de sí. En el momento del incidente, el pesquero transportaba 2.000 litros de gasoil y 50 litros de aceite, lo que ha generado una gran preocupación por el potencial impacto ambiental del hundimiento en la costa por si tiene impacto entre la población civil. El incendio, visible desde la costa, llevó a los tres tripulantes a abandonar la embarcación y buscar refugio en una balsa salvavidas. Las unidades de Salvamento Marítimo rescataron a los pescadores que contó con el auxilio del 'Amber G', un barco que se encontraba en las cercanías y que actuó rápidamente para ayudar.
El hundimiento del 'Montes y Sabino' ocurrió a unas 3,5 millas al noreste de Gando, en una zona de gran biodiversidad marina, lo que ha llevado al Gobierno canario a declarar la alerta por alto riesgo de contaminación marina. La mancha de color que se observó en las aguas cercanas, de aproximadamente una milla de largo y entre 100 y 150 metros de ancho, ha suscitado temores sobre la posible fuga de combustible y su efecto en el ecosistema local. Aunque los helicópteros Helimer y el buque Salvamar Nunki se desplegaron para evaluar la situación, hasta el momento no se han encontrado indicios de contaminación en las aguas.
En respuesta a la situación, el Ayuntamiento de Telde activó sus servicios de Policía Local y Protección Civil para vigilar el litoral y prevenir cualquier contaminación en las aguas cercanas. La preocupación por el impacto ambiental es considerable, dado que el buque se hundió en una zona que alberga diversas especies marinas y ecosistemas frágiles.
El incidente se produjo en un contexto en el que la Dirección General de la Marina Mercante, Salvamento Marítimo y el Ministerio para la Transición Ecológica estaban llevando a cabo un ejercicio nacional de lucha contra la contaminación marina, conocido como Polex 2025. Este simulacro, que se desarrolló en el puerto de La Luz, contaba con la presencia de autoridades locales y regionales, así como de representantes de la Armada, la Guardia Civil y Cruz Roja, quienes estaban allí para evaluar la coordinación y capacidad de respuesta ante emergencias.
El director de Salvamento Marítimo, José Luis García, destacó la importancia de estos ejercicios y la necesidad de estar preparados para situaciones imprevistas. La comunidad canaria se mantiene alerta mientras se llevan a cabo las investigaciones pertinentes y se evalúan las posibles consecuencias del hundimiento del pesquero, que podría tener un impacto significativo en el ecosistema marino de la zona. Las autoridades continúan monitoreando la situación para garantizar la protección del medio ambiente y la seguridad de la navegación en la región.
MataNarcisos
13/03/2025 19:03
¿DE VERDAD?....EN SERIO.... A LOS SALVADORES HAY QUE SALVARLOS?..... Un poco más, y acaban rescatándolos unos africanos en patera camino a la Isla...