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El Buscón

La mala racha de Rato: pierde hasta dos cojines en una tienda en Gijón

Rodrigo Rato ha perseguido los cojines por medio Gijón

A perro flaco todo se le vuelven pulgas. O eso debe pensar Rodrigo Rato, quien ha visto cómo mientras defendía una supuesta preocupación por su seguridad personal, que llevaba incluso al mismísimo ministro de Interior a comparecer para dar explicaciones de su reunión en el Ministerio, sus fotos saltando alegremente al agua desde un lujoso barco o bostezando en la sobremesa se aireaban no sin poco cachondeo. La misma mofa que parece no faltar ahora, aunque esta vez por una cuestión de... cojines. 

Y es que Rato ha visto cómo la junta arbitral de consumo de Gijón ha desestimado la demanda que interpuso contra la propietaria de un negocio de arreglos de ropa en la ciudad asturiana. El exvicepresidente tenía dos valiosos almohadones -parte de una herencia familiar- que había dejado en la tienda para reparar, pero al final ambos se extraviaron, razón por la que solicitaba a la propietaria una indemnización de 380 euros

Dejó dos cojines a arreglar y no se personó a buscarlos hasta seis meses después, por lo que la dueña ya se había deshecho de ellos

Según ha informado La Nueva España, Rato había dedicado muchos esfuerzos a intentar localizar los cojines, ambos de grandes dimensiones, tras dejarlos en la tienda que Patricia Vázquez posee en la calle Emilio Tuya, ya que estaban descosidos por un lado. Después de repararlos, y tras muchos meses sin que el dueño apareciera para recogerlos, los almohadones acabaron en el contenedor de ropa establecido al lado de la parroquia de los padres Capuchinos. "Simplemente los doné porque no tenía sitio para ellos en el almacén y había pasado ya mucho tiempo. No quiero ningún lío por esto", declaraba al diario asturiano. 

La costurera gijonesa defiende que Rato no se personó en la tienda hasta seis meses después, un momento en el que ya estaba cansada de tenerlos guardados y los había donado, por lo que la opción más posible es que fueran vendidos en un mercadillo. 

La defensa de Rato por su parte aportó durante el proceso arbitral una tarjeta de la tienda de arreglos a modo de recibo con un texto escrito a mano que ponía "Dos cojines, arreglar", una tarjeta que la costurera negó haber escrito, asegurando que se los encontró en la puerta de su negocio y los guardó a la espera de que alguien los reclamase. 

Después de remover Roma con Santiago para encontrar los cojines, y presentar una demanda por su extravío, finalmente la junta arbitral no la ha estimado ya que no considera suficiente ni el recibo escrito a mano, que no prueba la relación comercial con la costurera que defendía el exvicepresidente, ni el hecho de que no fuera capaz de aportar un tercer cojín que afirmó que tenía en su casa para poder compararlo con los otros dos y estimar su valor real para ver si los 380 euros que solicitaba de indemnización se aproximaban al valor real.

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