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El Buscón

Los despropósitos ‘peperos’ sirven de inspiración a las pymes españolas

Una mezcla de (resignado) sentido del humor y visión comercial se está conjugando en la pequeña empresa española, o al menos se deduce al ver los nombres de las sociedades mercantiles que se están registrando en las últimas semanas, a cuento de la “relaxing cup” de Ana Botella.

Conocido es que el ridículo olímpico sirvió al menos para arrasar en Internet y redes sociales, y que los medios internacionales no han podido por menos que postrarse ante un glorioso desatino como este.

Las empresas también opinan lo mismo y no han tardado un segundo en replicar esta divina ridiculez. En Menorca, por ejemplo, se ha registrado la empresa ‘Relaxing Cab’ el pasado mes, dedicada a “la tenencia y administración de toda clase de bares”.  Mientras, en Madrid, ha visto la luz ‘Relaxing Café’, empresa dedicada al “comercio al por menor de pan, panes especiales, y de bollería (incluso industrial), confitería y repostería”. Panaderías y bares se rifan, por lo visto, un fragmento de la gloria de esa frase de Botella, que figura por derecho propio en lo más alto de los anales del despropósito.

Pero no sólo en la hostelería hay cachondeíto con la alcaldesa no electa. El pasado mes también se registró en Madrid la firma ‘Relasing cup’, que sobre el papel se dedicará a “construcción, instalaciones y mantenimiento. Comercio al por mayor y menor…” Y lo que te rondaré...

Esto es sólo parte de lo que se puede ver en el registro mercantil, pero no sólo hay risas a costa de Botella. Ayer llegó a esta redacción una iniciativa magnífica: “los sobres honestos”.

Una gran idea que desde aquí queremos apoyar: sobres con mirilla para ver qué hay dentro y con aperturas para que quepan, como mucho, monedas de dos euros. Instrumentos de oficina anti Bárcenas, no válidos en Génova. Nacidos “para devolver su dignidad al sobre”. Productos “para quien no tiene nada que esconder”, o sea, más bien poca gente entre las élites políticas y económicas. 

Cuando un país mantiene el sentido del humor pese a todo, seguramente no está todo perdido. 

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