Latas de aceite, iPhones o entradas vips: así se vive en el Ayuntamiento de Barcelona

La vida del concejal está colmada de infortunios y placeres. Si bien cada día son víctimas de sus propias acciones, su puesto les puede reportar el beneficio del obsequio, y es que empresas, asociaciones y eventos específicos no dudan en rascarse el bolsillo para contentar a sus señorías. Hasta la fecha, estos ‘detalles’ con los concejales de cada localidad eran algo tapado por un tupido velo, pero los nuevos tiempos han traído un poco de transparencia a los escaños locales y poco a poco se va conociendo algunos de estos obsequios.

Los concejales de la CUP están tan hartos de recibir regalos que rechazan que ya ni abren los correos con entradas gratuitas

Tal es el caso del Ayuntamiento de Barcelona, según publica Ara, donde gracias a que la CUP ha renunciado a la mayor parte de los materiales que recibe se puede saber qué clase de ventajas tiene sentarse en la silla para la que le han elegido a uno: parking gratuito, regalos de navidad de empresas y consorcios –los de la CUP recibieron una lata de aceite del Consorcio de la Zona Franca y tuvieron que contratar un mensajero para devolverlo-, varios iPhones 6, entradas 'categoría oro' para el Mobile World Congress valoradas en 2.699 euros y, entre otras cosas, una infinidad de entradas a espectáculos.

“Ahora ya ni abro los correos con entradas, nos llegan muchísimas, y muchas veces con cena y cóctel incluidas”, explicaba al diario catalán la presidenta del grupo municipal de la CUP, María José Lecha. A tal panorama se enfrenta la formación anticapitalista en su función de representantes políticos.

Pero la lista no acaba ahí, invitaciones para asistir a desfiles como el Barcelona Fashion o smartphones y ordenadores para ejercer su función – la CUP no renunció a estos materiales, explican, ya que los disponibles en su despacho no funcionaban bien - y los ya conocidos y constantemente citados coches oficiales. Cabe destacar también el emolumento para el bolsillo de los concejales que supone asistir al Pleno del Área Metropolitana de Barcelona, en el que, sin importar su brevedad, se tiene asignado a cada concejal 410 euros por sesión.