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El Buscón

El mensaje de Arriola que ignoran en Génova: el PP se equivoca seriamente con Ciudadanos

Pedro Arriola, asesor de Mariano Rajoy

No le han hecho demasiado caso a Pedro Arriola en esta campaña, según confiesa él mismo a amigos y periodistas. El todopoderoso gurú demoscópico del PP, asesor imprescindible durante lustros tanto de Aznar como de Rajoy, ha dado un paso al costado en su función como asesor político. Enfila ya la línea de salida.

Proyecta Arriola dejar su asesoría a finales de año. Anda ya en los 68 y prefiere retirarse de estos menesteres, que le dan enormes satisfacciones económicas, ya que ha sido uno de los sueldos más elevados de Génova. Aunque salió 'retratado' en los papeles de Bárcenas, sus emolumentos siempre han sido un misterio.

Está convencido de que el PP ganará las elecciones el 24-M, en cuanto a número de votos, y tiene serias dudas de lo que ocurra en algunas autonomías. Confiesa que no le han hecho demasiado caso en sus planteamientos con Ciudadanos. Según explica él mismo, su estrategia se basaba en que la mejor forma de abordar el fenómeno de Albert Rivera es la de no buscar el choque frontal, el de evitar el cara a cara. Desde que Rafael Hernando, portavoz del PP en el Congreso, sacó de paseo el 'naranjito', el equipo electoral de Génova ha insistido en la línea de la confrontación que, por cierto, es la que el propio Arriola defendía en un principio. Pero ahora considera que es un error, y así se lo ha dicho a la gente que dirige la estrategia del PP. Asegura que el choque frontal no da votos y al final habrá que pactar con ellos para gobernar en ayuntamientos y autonomías.

Mucho caso no le han hecho. Arriola cometió aquella gran pifia de despreciar a Podemos y tratarlos como una panda de 'frikis'. Luego se llevaron cinco diputados en las europeas y tuvo que modificar su criterio. Ahora sigue asesorando al PP, en especial en cuanto a elaboración y análisis de sondeos y 'trackings' electorales, pero ya no tiene la intensa actividad de tiempo atrás. Está de retirada, aunque se mantendrá junto a Rajoy hasta las elecciones generales. Luego, seguirá trabajando en su despacho pero ya lejos del PP. Sus tiempos de la primera línea en política empiezan a pasar a la historia.

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