Un tuitero deja al descubierto los gustos de Errejón en Instagram: sigue a decenas de chicas con "cuerpos imposibles"

Consejos vendo que para mí no tengo. Ese podía ser el lema vital de Íñigo Errejón en casi todas las facetas de su vida profesional y persona. El líder de la formación política Más País la ha vuelto a liar en redes sociales tras denunciar en su cuenta de Twitter el inagotable goteo de anuncios para conseguir un cuerpo perfecto en Instagram. Errejón ha opinado que las redes deben de ser un espacio sano, y no un escaparate donde intoxicar a la gente con estos mensajes.

Esto es Instagram después de navidad. Miles de anuncios de dietas mágicas y cuerpos imposibles. El daño que hacen estos mensajes es incalculable. Las redes deben ser espacios sanos, no esto. pic.twitter.com/X1EmfIW4fv

— Íñigo Errejón (@ierrejon) January 9, 2023

Sin embargo, poco le ha durado la campaña al político madrileño, ya que el tuitero de nombre @polinitito, conocido por sus constantes cazadas y sonrojos a terceros, ha vuelto a encontrar la aguja en el pajar. Este usuario ha compartido en perfil de Twitter la realidad del Instagram de Íñigo Errejón. Spoiler: es muy distinta a su discurso oficial y cansino.

Esto es el Instagram de Errejon https://t.co/6KchCXpoP4 pic.twitter.com/txlEnMEEkW

— Tito (@polinitito) January 11, 2023

Y es que Errejón sigue desde su cuenta personal a decenas de chicas que podemos calificar de "cuerpo imposible" si citamos la expresión que el propio Íñigo ha usado en su tuit de esta mañana. Antes de descubrirse el pastel, seguía a un total de 1642 personas, entre las cuales había, a bote pronto, más de treinta mujeres cuya belleza parece indiscutible.

No parecen tener ninguna conexión personal con él, de hecho muchas lo siguen por su faceta política y él habrá devuelto el follow con tal de entablar conversación y algo más. Tras descubrirse el pastel, Errejón ha tratado de enmendar sus impulsos y ha dejado de seguir a muchas de ellas, dejando su número de seguidos en 1588 por el momento. Imaginamos que seguirá bajando. Ay, Íñigo... por la boca muere el pez.