La 'black' del Emérito, la Fiscalía y una entrevista a Villarejo en 'El País'

Desde las páginas de El País reapareció en escena el comisario Villarejo casi como un mal sueño del pasado o como un fantasma dickensiano de las navidades futuras. A través de un locutorio de la cárcel de Estremera su voz suena mucho menos amenazante que cuando se escondía en la bruma londinense en busca de Corinna. Pero sirvan sus respuestas -ahora al periódico de Prisa- para reivindicar que con aquella grabadora empezó todo, también el exilio forzado del rey.

Si su causa acumula ya 30 piezas separadas, dice que él está dispuesto a contarle cien a todo aquel que quiera oírle. Esto el mismo día que otro medio, eldiario.es de Ignacio Escolar, le dijese al monarca que la vuelta a casa tendrá que alargarse si acaso un poco más. Que vaya haciéndose a la idea de que, a falta de turrón, buenos serán los dátiles dubatíes. Justo cuando don Juan Carlos ya buscaba fecha para retomar sus mariscadas en Pontevedra y sus regatas en Mallorca.

Las informaciones de la semana pasada vaticinaban un pronto archivo de todo el lío del AVE a La Meca y la millonada ¿regalada? a su amante. Poco le ha durado la alegría al monarca. Eso si el archivo era una buena noticia, pues la información se encargaba de recordarle que la Fiscalía incluiría un duro relato sobre sus años de inviolable. Cuando parecía que el cuento llegaba a su fin, aflora ahora una investigación que la Fiscalía Anticorrupción venía madurando al menos desde 2019.

El departamento que dirige Dolores Delgado se encuentra en una fase incierta tras la salida de uno de los dos fiscales del caso Villarejo que lamentan en Anticorrupción y con el encargado de investigar al rey en la Fiscalía del Supremo con la edad de jubilación casi vencida. Ahora se le viene encima nada menos que una investigación por una tarjeta black. Cuando el empresario Javier López Madrid fue sorprendido con una de esas tarjetas que repartía Caja Madrid, la hoy reina de España le escribió un SMS de apoyo a su "compiyogui" en nombre de la pareja real. Un "Luis sé fuerte" zarzuelero que no parece que se vaya a repetir ahora con el rey emérito.