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El Buscón

La primera campaña de prensa de Zarzuela, en 1968, fue de lealtad a Franco

Primer plano del Rey Juan Carlos y Doña Sofía en la década de 1960-1970.

Al Buscón le cuenta su amigo estudioso de la Transición que la campaña que hay contra el libro de Pilar Urbano es la última en una larga lista de Zarzuela y sus vasallos contra los periódicos y los periodistas que revelan noticias que molestan en Palacio.

La primera campaña, según este amigo, ocurrió tan pronto como en 1968, cuando Juan Carlos tenía poco más de 30 años y todavía no había sido designado heredero de Franco. El joven infante ya estaba casado y había tenido a sus tres hijos; su padre, el conde de Barcelona, seguía en Estoril (Portugal); y ambos competían por el favor de Francisco Franco para ser elegido como sucesor de éste. Ya estaba Alfonso Armada, entonces teniente coronel de artillería, a su lado como ayudante militar.

En noviembre de 1968, la revista francesa Point de Vue, especializada en familias reales y principescas, publicó un reportaje con Juan Carlos, Sofía y sus hijos. En él, unas frases atribuidas al joven príncipe: “No aceptaré jamás la Corona, jamás, mientras viva mi padre. No puede haber problemas entre mi padre y yo. La ley dinástica existe y nadie puede hacer nada contra ella. Si yo estoy aquí, es para que haya una representación viva de la dinastía en España, mientras mi padre esté en Portugal.”

Pasmo y enfado entre los monárquicos franquistas (Carrero Blanco, López Rodó, Fernández de la Mora…), que estaban preparando tanto a Franco como a Juan Carlos para que el primero se saltase el orden dinástico definitivamente y escogiese al segundo. Incluso la reina Victoria Eugenia, que recibía una pensión del Estado español, le incitó a Franco a nombrar o a su hijo, o a su nieto, o incluso a su biznieto.

Quemar a Juan Carlos ante Franco

La periodista francesa autora del reportaje, Françoise Laot, reconoció que las frases no la había pronunciado Juan Carlos, sino que se las sugirieron unos amigos suyos españoles que habían gestionado el reportaje, que no entrevista. De Estoril también llamaron a Zarzuela para que Juan Carlos recibiese a Laot. Los juanistas, dice el amigo del Buscón, montaron toda una operación para quemar al  hijo ante el caudillo.

Tanto Juan Carlos como Armada y el marqués de Mondéjar llamaron a los editores de los diarios juanistas ABC y Madrid para pedirles que no reprodujesen las frases peligrosas, pero no lo consiguieron.

La réplica del entorno juancarlista y del sector franquista que le respaldaba consistió en preparar una seudo-entrevista en la que el infante se desdijera de lo dicho. Para ello se contó con el periodista Carlos Mendo, que luego pasaría a trabajar en El País a las órdenes de Juan Luis Cebrián, que era director de la agencia Efe.

El 7 de enero de 1969, el diario de los sindicatos verticales Pueblo, cuyo director era Emilio Romero, publicó una entrevista de Mendo a Juan Carlos de Borbón, que se reprodujo más tarde en radio, televisión y prensa. Entre sus declaraciones, destacan las siguientes, que fueron lanzazos a su padre:

“Yo, en consecuencia, no quiero plantearme una cuestión de derechos, sino sencillamente ser útil a lo que mejor convenga a mi patria.”

“Pensar en el simple juego de un derecho es lo que sería anacrónico y poco realista.”

“La satisfacción de ver recuperada la Institución monárquica no es poco, por otra parte, para justificar agradecimiento y una cierta flexibilidad. Ninguna Monarquía, repase usted la historia, se ha reinstaurado rígidamente sin algún sacrificio.”

“¿Quién le habrá hecho las declaraciones?”

Franco, que conocía muy bien la inteligencia y la oratoria de los Borbones, comentó a López Rodó: “El príncipe discurre muy bien. ¿Quién le habrá hecho las declaraciones?”.

Esta entrevista fue tan importante que el 15 de enero, Franco recibió en el Pardo a Juan Carlos y le dijo:

“Todo ha sido perfecto. Tenga mucha tranquilidad. No se deje atraer ahora por nada. Todo está hecho.”

En julio, el general Franco le propuso a las Cortes como su sucesor a título de rey. El amigo recuerda al Buscón que en 1992, Point de Vue dio un nuevo disgusto a Juan Carlos al publicar un reportaje en el que revelaba a su amante,“una hermosa catalana”.

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