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El Buscón

El ‘descabello’ de Évole a Puigdemont en el que Moncloa declinó participar

Carles Puigdemont, entrevistado por Jordi Évole

La entrevista de Jordi Évole a Carles Puigdemont, en LaSexta, permitió observar en una televisión generalista lo que previamente se había visto en TV-3: que el presidente de la Generalitat balbucea, se contradice y queda en evidencia ante las preguntas de cualquier periodista medianamente avezado. ¿Votó usted contra el referéndum en el Kurdistán? Pues mire, lo hice, pero no me acuerdo por qué. / ¿Es usted desobediente? Pues me he saltado varias leyes, pero no creo. / ¿Está de acuerdo con Turull, que calificó como “súbditos” a los catalanes contrarios a la independencia? Seguramente la palabra “súbdito” no quiere decir lo que realmente quiere decir, no me líe.

El líder del proceso soberanista quedó retratado varias veces en la conversación, en la que Évole fue incisivo en algunos temas, pero no quiso entrar en otros que afectan (o deberían afectar) seriamente a la reputación de los secesionistas, como los escándalos del 3% o de la familia Pujol, sus mentiras sobre la financiación autonómica o la amistad peligrosa que una parte de ellos ha forjado con Arnaldo Otegi. Pecados que los gerifaltes de Govern han intentado ocultar detrás del seny y de una constante ráfaga de críticas hacia España. Pero pecados graves en todos los casos.

El presentador de Salvados se mostró satisfecho con el resultado de la entrevista y agradeció a Puigdemont su participación. El político quedó malherido, pero dio la cara, al contrario que el Gobierno, que se negó a que sus portavoces participaran en Salvados, lo que ha generado cierto desencanto en su equipo, según ha podido saber este Buscón.

Los responsables de este espacio televisivo preguntaron en Moncloa acerca de la posibilidad de que algún miembro del Ejecutivo ofreciera sus argumentos sobre el referéndum en un programa especial dedicado al 1-O. Sin embargo, no consideraron de recibo atender a tal petición, lo que ha ocasionado cierto enfado entre los productores de este programa de La Sexta. Eso sí, cabe incidir en que Dolors Montserrat, la única ministra catalana, accedió a someterse a las preguntas de Ana Pastor, como se pudo apreciar en la edición del domingo de El Objetivo.

Producción sencilla

La entrevista a Puigdemont se grabó el pasado viernes en aproximadamente una hora y media en el Palacio de la Generalitat, en la capital barcelonesa. Su producción fue sencilla y su montaje, simple, dado que no fue necesario realizar un gran esfuerzo para recortar la conversación. El presidente dudó si participar, aunque finalmente accedió, según Évole.

El resultado se pudo apreciar el domingo. Con poco esfuerzo, Évole desmontó varias de las insidias más habituales del independentismo y echó por tierra los argumentos del presidente de la Generalitat, de ‘ese señor de Gerona que pasaba por allí’ y que fue elegido para abanderar la recta final del procés con el visto bueno de la CUP.

El tono del periodista disgustó a algunos de los más enfervorizados independentistas, como se pudo apreciar en el Twitter de Pilar Rahola, en el que varios de los usuarios que contestaron a sus 'tuits' lamentaron que la entrevista fuera planteada como un “interrogatorio” y que Évole se atreviera a criticar algunos de los dogmas del catecismo independentista. Vaya, lo de siempre.

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