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El Buscón

El Govern hace caso por fin a las quejas y legislará contra el turismo de borrachera

Fiesta en Vilassar de Mar, Barcelona.

Los vecinos de las zonas costeras en Cataluña están hartos del turismo de borrachera. Los comportamientos incívicos son moneda corriente de este turismo low-cost: sus protagonistas pasean semidesnudos, orinan y vomitan en la calle o montan ruidosas fiestas en los apartamentos. Así no hay quién descanse. Tampoco la imagen que se ofrece en el exterior favorece que el ciudadano corriente de Reino Unido o Alemania opte por las playas catalanas.

El Govern piensa que el turismo low-cost daña la imagen de Cataluña

Por eso la directora general de Turismo de Cataluña de la Generalitat, Marian Muro, ha tomado la decisión de penalizar a las empresas que den cobertura a este turismo de alpargata. Las medidas están claras: las empresas y equipamientos privados que promocionan el turismo vinculado al alcohol causarán baja en los clubes de promoción de la Agencia Catalana de Turismo (ACT).

El Govern piensa que el turismo low-cost daña la imagen de Cataluña y el turismo y no está dispuesta a mantener a las empresas que se benefician de él en sus canales de promoción.

El propósito es que los establecimientos sancionados pierdan las certificaciones como establecimientos familiares y deportivos. Además no participarían en los stands y acciones de promoción de la ACT. Otra herramienta es la regularización de las viviendas de uso turístico.

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