Rubalcaba come con el presidente del Supremo y da la cara por Blanco

Que Alfredo Pérez Rubalcaba maneja buenas fuentes de información nadie lo pone en duda. El líder del PSOE lleva tantos años en política que se mueve bien como pez en el agua en casi todos los ambientes. Sorprendió en su partido la firmeza con la que en su reciente entrevista televisiva dio la cara por el ex ministro José Blanco, apostando por su inocencia en la investigación judicial que el Supremo sigue contra él por el llamado ‘caso Campeón’. No era la primera vez que Rubalcaba ha salido en su defensa desde que Blanco resultó imputado, pero eso de hacer esa apuesta tan clara por la televisión pública, con voz tan potente y cuando se considera tan inminente la decisión de los jueces, huele a chamusquina.

Varios parlamentarios socialistas quisieron saber más y enseguida se enteraron de que varios días antes de volver a acentuar a los cuatro vientos la inocencia de Blanco, Rubalcaba había compartido mesa y mantel con el presidente del Tribunal Supremo, Gonzalo Moliner. Los diputados deducen que en la conversación salió el ‘caso Campeón’ y también el recorrido procesal que tiene por delante. Es más, después de conocer esta comida y después de escuchar a Rubalcaba por TVE, casi todos en el grupo parlamentario socialista dan por hecho que Blanco saldrá limpio de polvo y paja del lío en el que le metió con su famosa cita en una gasolinera de carretera con un empresario poco recomendable.

En el llamado ‘caso Campeón’ se indaga desde hace más de un año el presunto cobro de comisiones por parte de un grupo de sociedades capitaneadas en su mayoría por el empresario Jorge Dorribo. Hay investigados que pertenecen a la política, como es el caso de Blanco, y otros adscritos a las Fuerzas de Seguridad o, sencillamente, son presuntos delincuentes comunes. El sumario seguirá instruyéndose, pero la pieza de Blanco caerá sin dejar mayores salpicaduras al ex ministro, se opina en las filas socialistas.