Publicado: 26/05/2014 04:00
Florentino Pérez ya tiene su segunda Champions League, para la cual ha invertido 704 millones de euros desde que entró por primera vez al Real Madrid, en 2003. Frente a un Atlético de Madrid que ha hecho lo inimaginable con un equipo compuesto por retales, el Real ha conseguido la Copa de Europa sólo en el último suspiro haciendo bueno el dineral invertido en estrellas como Gareth Bale y Cristiano Ronaldo.
Buena parte de la 'casta' política, empresarial y mediática madrileña no quiso perderse tamaño acontecimiento y acudió en masa al palco del Estádio do Sport Lisboa e Benfica, conocido por todos como el Estadio da Luz. Todos los que han sabido mantener durante años la amistad del rey Midas Florentino fueron agraciados con un sillón de preferencia en el palco. Estuvieron los que salieron en las imágenes: Mariano Rajoy dando codazos a Floro cuando marcó el Madrid; José María Aznar, más efusivo aún chocando las manos con Pérez; su majestad el Rey -otro reconocido madridista- y señora, Botella, González... No hay duda: el Real Madrid es el equipo favorito de la "castuza", las grandes fortunas y los hombres de negocios de la capital del Reino.
Borja Prado, Aznar, Michavila, García Ferreras y su mujer Ana Pastor... todos vieron en posición privilegiada el agónico empate de Ramos que acabó con las opciones rojiblancas
Le cuentan a este Buscón que estos 'amigos' de Florentino dieron lo mejor de sí mismos para alentar al equipo campeón. Primero callados cual muertos cuando, casi hasta el final, perdían. Después perdiendo los papeles cuando ganaron, algo lógico dada la emoción de la situación y que el Madrid lo tenía todo perdido. Como un hooligan se comportó Antonio García Ferreras, hombre pegado a Floro, antes como su empleado y ahora también, ahora como buque insignia de la izquierda mediática que sin problemas predica la ideología izquierdista mientras comparte intereses con el no muy izquierdista presidente del Real Madrid. Su no menos proletaria pareja, Ana Pastor, tampoco quiso perderse la finalísima desde un sitio de preferencia, ese al que sólo unos cuantos privilegiados pueden acceder. El dúo le está cogiendo gusto a los 'findes' deportivos apoyando al Real Madrid. La semana pasada, sin ir más lejos, se fueron de 'puente' también a Milán para vivir la experiencia de la Final Four de basket, final que perdió el Madrid frente al Maccabi Tel Aviv.
Cuando el Atlético se adelantó y se puso más cerca del sueño de David contra Goliat, las caras largas imperaban en esta reunión de millonarios. Pero el testarazo de Sergio Ramos a la salida de un córner en el minuto 93 de partido dio un vuelco espectacular a la situación. Así es el fútbol, y por eso es tan emocionante y arrastra tantas multitudes. El Atlético había llegado al límite de sus energías y los gloriosos madridistas tenían, ahora sí, expedito el camino hacia 'la Décima'.
El jolgorio hizo que muchos se desataran. Borja Prado, presidente de Endesa e hijo del gran 'conseguidor' del monarca, Manuel Prado y Colón de Carvajal, agitaba sus manos de pianista hacia arriba como un niño con zapatos nuevos. José María Michavila hacía gestos al cielo, tal vez acordándose de alguien o tal vez mostrando que, además de exministro y del PP, también es un buen cristiano. Como el 'capo' de Société Générale en Madrid, y otros muchos ricos llegados de la ribera del Manzanares, uy, perdón, de la fuente de Cibeles.
El Madrid ha recibido ayudas, créditos, apoyo, recalificaciones a precios desorbitados... Florentino mezcla como nadie interés deportivo y 'capitalismo castizo', o de BOE
Es importante mantener las buenas amistades. Sobre todo si nos van a servir para intercambiar favores en el futuro, ya sea en forma de ayudas, de créditos, de apoyo, de recalificaciones a precios desorbitados (¿estuvo en el palco Gallardón?). Florentino sabe bien cómo mimar a los suyos, cómo mezclar perfectamente el interés deportivo con los tejemanejes propios del 'capitalismo castizo'. El Madrid siempre fue el equipo del Poder y lo sigue siendo. Seguirá gastando millonadas, seguirá recibiendo ayudas y seguirá ganando Champions. Y en el palco del Bernabéu se seguirán haciendo mejores negocios que en ningún otro sitio del país. Por eso es un equipo que sólo genera simpatías entre los suyos, pero una animadversión casi total entre el amplio resto. Todo lo contrario que el Atlético, valiente, la escuadra que se ha ganado el respeto del mundo del fútbol en una impresionante temporada 2013-2014 que quedará para siempre en el recuerdo.
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