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El Buscón

Yolanda Barcina y Manuel Pizarro, juntos en una cala de Ibiza

Parece ser que a Yolanda Barcina, presidenta del Gobierno de Navarra, presidenta de Unión del Pueblo Navarro (UPN) y exalcaldesa de Pamplona, le aburren los Sanfermines. O quizás es que prefiere otros planes, cansada de tan tradicionales fiestas. El caso es que diez días atrás, en el fin de semana del 12 y 13 de julio, cuando en su ciudad todavía apuraban las últimas horas del fiestón, ella se dejó ver en una bonita cala de Ibiza en compañía de Manuel Pizarro, como atestigua la imagen. 

Narran quienes les vieron que Pizarro y Barcina se comportaron como dos tipos educados, sin llamar la atención, como personajes públicos que son. Para nadie es un secreto que les une una estrecha y creciente amistad. Hace unos meses, el flamante fichaje de El Corte Inglés presentó a la jefa del Ejecutivo foral en uno de esos rimbombantes, supuestamente "informativos", desayunos que jalonan el diario acontecer de la villa y corte. Aquel día, los presentes ya destacaron la buena sintonía existente entre ambos. Los elogios del expresidente de Endesa a la política navarra fueron muchos, hasta el punto de desatar los aplausos de la concurrencia.   

Los testigos del momento cuentan a este Buscón que Barcina y Pizarro tomaron sardinas y bebieron refrescos

Los testigos del momento cuentan a este Buscón que Barcina y Pizarro degustaron un plato de sardinas que acompañaron con unos refrescos. Y conversaron animadamente, como buenos amigos. Miraron un rato al bello horizonte de la cala, y se fueron por donde habían venido. Ambos, con vestimanta casual no exenta de elegancia: ella con vestido, con camisa y sombrero veraniego él, sin llamar la atención.  

No consta que, para verse en Ibiza, tuvieran que renunciar a algunos compromisos, oficiales en el caso de ella y empresariales en el caso de él. A buen seguro no fue fácil cuadrar las agendas de dos personajes tan públicos como ocupados. Ella dirige con mano firme el Gobierno navarro y el partido más votado en la región. Y él acaba de desembarcar en El Corte Inglés con la misión, nada sencilla, de profesionalizar la gestión de la compañía y sacar una parte del capital a Bolsa. Tareas arduas para las que es necesario tomarse respiros en buena compañía. 

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