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El Buscón

La reina, como Cenicienta: se marchó del Palacio Real con los zapatos en la mano

Los reyes Felipe y Letizia, a su llegada a la recepción que ofrecieron en el Palacio Real con motivo de la Fiesta Nacional

Cerca de mil quinientos invitados y un besamanos interminable son para agotar a cualquiera. Y la reina Letizia ya llevaba, además, un desfile por delante. Cuentan en el Palacio Real que cuando su majestad se retiró después de la recepción de la fiesta del 12 de octubre lo hizo como Cenicienta, sin zapatos. Parece que no pudo aguantar más la molestia y se descalzó durante unos momentos en presencia de su séquito más cercano. Los culpables fueron unos preciosos zapatos azules oscuros de tacón que hacían juego con el vestido y el bolso con el que acudió a la Fiesta Nacional.

Durante el desfile una de las personas que más llamó la atención fue Esperanza Aguirre, que acompañada por su marido, no dejó de ondear desde su tribuna las banderas españolas de papel que pusieron a disposición de los asistentes.

La reina terminó la recepción con los zapatos en la mano pero sólo en presencia de su séquito más cercano

Por otra parte, los empleados de Patrimonio tuvieron que trabajar duro, un año más, pues nada más terminar la ceremonia, el Palacio quedó libre para el pueblo en una jornada de puertas abiertas, gratis total. Se limpió rápidamente y se descubrieron algunas gracias de los invitados.

Una de ellas, ya clásica, es comprobar que muchos de los asistentes cuando no encuentran una servilleta con la que limpiarse las manos, tras coger un vaso o un canapé, acuden a la primera cortina que encuentran para desesperación de los que cuidan la casa.

Cotilleos al margen, la jornada de puertas abiertas fue un éxito. Se habla de que cerca de cinco mil personas acudieron al Palacio Real y otras instalaciones dependientes de Patrimonio Nacional. La alegría no fue total, ya que hubo personas habían comprado su entrada por internet para ver alguno de los Reales Sitios y vieron como la gran afluencia afectaba a una visita que presumían tranquila. Parece que la decisión de abrir los palacios al pueblo fue colgada con retraso en la red.

Algunos técnicos dudan de que estas visitas masivas, al igual que las recepciones de más de mil personas, sean buenas para el mantenimiento de las instalaciones del Palacio Real.

Lo que parece que no es tan tranquilo es el problema que se produce en algunos de los Reales Sitios por la falta de guías. Fuentes sindicales hablaban de que en el puente del Pilar, con cientos de turistas en Madrid, tan sólo se contaba con dos guías pues al parecer no se cubren las plazas, queja extensible a El Pardo.

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