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El Buscón

El PSOE justifica el error de su jefe con el divorcio: ¡Ordóñez era socialdemócrata!

Pedro Sánchez y la periodista Ana Blanco, el pasado lunes.

Los miembros del equipo que rodea a Pedro Sánchez estaban ayer cabizbajos ante el resbalón protagonizado por el líder socialista en TVE cuando el pasado lunes reivindicó para el PSOE el mérito de haber traído a España la ley del divorcio. La anécdota eclipsó su agenda cuando había sido planificada con todo esmero para lucirse primero ante una cadena de radio por la mañana y por la tarde durante la presentación de la plataforma de apoyo a su candidatura, un acto celebrado en el Barclaycard Center -el antiguo Palacio de los Deportes de Madrid- que a muchos les recordó al ‘clan de la ceja’ con el que se rodeó José Luis Rodríguez Zapatero en 2008 para ganar apoyo electoral.

La mayoría de sus integrantes, pertenecientes al mundo de la cultura, han viajado al abrigo de Podemos o de Izquierda Unida, pero ayer Sánchez quiso demostrar que él también puede tener sus fieles y sus incondicionales. Entre los asistentes figuraron el dibujante Forges, el cineasta José Nolla, actores como Beatriz Carvajal y Álvaro de Luna, el director del museo Thyssen Guillermo Solana, así como músicos, productores teatrales, profesores universitarios, catedráticos y escritores como Fernando Delgado. Sánchez aprovechó el acto para reivindicar el mundo de la cultura y asegurar que, si él llega a presidente, el ramo tendrá un ministerio propio, no incluido en Educación como está actualmente. 

Pedro Sánchez prometió recuperar el Ministerio de Cultura si gana el 20D

El caso es que para evitar que estos actos quedaran en segundo plano como consecuencia de la polémica levantada en las tertulias y en las redes sociales por el tropiezo del secretario general sobre el divorcio durante la entrevista conducida por Ana Blanco, el PSOE echó mano de todo tipo de argumentos. El más original salió de boca del diputado madrileño Rafael Simancas, quien defendió en los pasillos del Congreso que lo de su jefe no había sido un patinazo, pues había dicho una verdad como un templo. El relato fue muy sucinto: Francisco Fernández Ordóñez, como ministro de Justicia de Leopoldo Calvo Sotelo, cargo en el que se había estrenado con Adolfo Suárez, fue el padrino de la ley del divorcio antes de que Felipe González llegara al Gobierno pero, pese a que estaba enrolado en la UCD en aquella época –prolegómenos de la Transición–, ¡ya era socialdemócrata! y, por tanto, podía considerársele como miembro del Partido Socialista.

Filtraciones de Paco Ordóñez a Felipe y Cebrián

Lo que no dijo Simancas es que Paco Ordóñez, como se le conocía familiarmente en la clase política, acabó su travesía por la UCD creando su propia formación, el Partido de Acción Democrática, que terminó siendo absorbida por el PSOE antes de que el exministro ya fallecido participara en el primer Gabinete de González como titular de Exteriores. Fue en el último Gobierno de UCD, pues, con el que Fernández Ordóñez puso en marcha este derecho, generado antes de que Felipe González llegara a La Moncloa en octubre de 1982.

Como consuelo y justificación del tropiezo de Sánchez, otros parlamentarios de su cuerda recordaron ayer que a ellos les han contado cómo Fernández Ordóñez ya trabajaba para los socialistas cuando se sentaba con Suárez en los consejos de ministros, desde donde filtraba que se decía en ellos a dos personas: el propio Felipe González, entonces jefe de la oposición, y el entonces director de El País, Juan Luis Cebrián.

Otros parlamentarios del PSOE reconocieron ayer humildemente el traspiés de su jefe de filas y subrayaron su falta de reflejos, pues en lugar de la ley del divorcio podría haber presumido, y con razón, de la universalización de la enseñanza y de la sanidad pública, o del ingreso de España en la UE, méritos que sí cabe introducir en el morral de los socialistas durante sus primeros años de Gobierno.

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