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El Buscón

Pedro Sánchez necesita escolta ante el aluvión de la militancia gallega

Pedro Sánchez, junto al candidato de su partido a la Xunta, Xoaquín Fernández Leiceaga.

El líder del PSOE recordará como uno de los actos más entrañables desde que es secretario general la comida-mitin que su partido le organizó hace unos días en los prolegómenos de la campaña gallega en la localidad coruñesa de Oroso, donde los responsables del evento se vieron obligados a ponerle escolta ante el riesgo de que entre los asistentes, más de 2.000, estuviera infiltrado algún indeseable.

La militancia gallega se volcó con Pedro Sánchez y los que pudieron acercarse a él le agradecieron su firme rechazo a Mariano Rajoy, expresado con rotundidad en el debate de investidura que acababa de celebrarse días antes en el Congreso. Tantas fueron las muestras de simpatía con el líder socialista que éste apenas pudo degustar la empanada, el pulpo y la carne que componían el menú, después de que comparara a Rajoy con Alberto Núñez Feijóo, candidato del PP a la Xunta –“dos caras de la misma moneda” – y se comprometiera a trabajar sin descanso “para entendernos con las fuerzas del cambio”.

Desalojar a Rajoy de La Moncloa

Los gritos de “presidente, presidente” fueron los que más se dejaron oír en todo el recinto cuando Sánchez apeló a la urgencia de desalojar a Rajoy de La Moncloa sumando el apoyo de todas las formaciones que votaron en contra de su investidura. Sobre el camino a seguir para hacerlo no hay unanimidad dentro del Partido Socialista, como lo evidencian las muestras de apoyo al presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, de los que llevan meses defendiendo que lo más razonable, con 85 diputados, es que el PSOE lidere la oposición y evite la convocatoria de unas terceras elecciones generales.

Las manifestaciones de simpatía que Sánchez recibe en la mayoría de las provincias que visita están reforzando su convicción de que lo que quiere el grueso de la militancia socialista es un Gobierno de izquierdas, en contra del criterio que exponen episódicamente los dirigentes de federaciones tan importantes como la andaluza, la extremeña o la castellano-manchega. Es algo importante a tener en cuenta si, después de las gallegas y vascas del 25S, llega al comité federal el debate sobre la actitud a adoptar antes del 1 de noviembre, fecha en la que tendrían que convocarse nuevas elecciones si no consigue la investidura ningún candidato a la Presidencia del Gobierno.

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