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El Buscón

¿Ha pagado Botella el doble por tres estatuas a los herederos del ‘Mayte Commodore’?

Botella, ayer, durante el II Pleno Infantil que se celebra en el Ayuntamiento de la capital.

Quien crea que el problema de las basuras o la gestión de la tragedia del Madrid Arena son dos ejemplos de (in)competencia de Ana Botella, tendría que acercarse a los órganos plenarios del Ayuntamiento de Madrid, en los que la tensión, los rifirrafes y las peloteras políticas parecen haber llegado al límite.

Ayer lunes tuvo lugar la comisión del área de Las Artes, Deportes y Turismo, la concejalía dirigida por Pedro Corral que, entre otras actuaciones, planea una megafusión de tres empresas locales para el 1 de enero del año que viene y un ERE todavía sin definir, reconocido ayer por el concejal-delegado. Hubo un sinfín de acusaciones desde la bancada opositora, porque el Consistorio se ha lanzado alocadamente a privatizar o vender todos los activos que se puedan de Madridec; porque el consejero-delegado de esta última, el inefable Pablo del Amo, dijo la semana pasada a oposición y sindicatos que la única cultura que se desplegará en la capital es aquella que sea rentable; y porque el propio Del Amo, con una arrogancia que hacía tiempo que no se veía en la Administración local, indicó que se iba él a encargar personalmente de que Corral “no meta las narices” en Madrid Destino, la futura empresa municipal.

Por todas estas razones, los ediles Gabi Calles, Ana García D’Atri (PSOE) o Patricia García (UPyD) exigieron activamente a un siempre moderado Pedro Corral la cabeza de Pablo del Amo, el mismo directivo que hace meses amenazó a los trabajadores de Madridec con contratar a un detective si se seguían filtrando noticias al medio al que pertenece El Buscón.

Así que con todo este ajetreo, una polémica cultural pasó ayer desapercibida.

Un nuevo despilfarro

Se trata de una historia en la que se mezclan arte, tradición y supuesto despilfarro. La introdujo en comisión la concejala magenta Patricia García: García preguntó literalmente por “la partida 609.00 Patrimonio histórico, artístico y cultural del Programa 333.01 Museos y Música, dotada con 30.000 euros en los presupuestos de 2013, y que figura sin utilizar en el Estado de Ejecución Presupuesto 2013 a 30 de septiembre”. Treinta mil euros sobre cuyo destino El Buscón ha estado rascando algo más.   

Y es que el área de Las Artes (es decir, el Ayuntamiento de Madrid) habría adquirido tres estatuas por ese mismo importe a los herederos de la mítica María Teresa Aguado del Castillo, más conocida por ser la propietaria del Mayte Commodore, el célebre restaurante ubicado en República Argentina. Santanderina, Mayte llegó a Madrid con 19 años y sirvió en un sinfín de cafeterías, hasta terminar en una taberna cercana a la antigua productora Sevilla Films en los años cincuenta. En la siguiente década, la cántabra hizo fortuna, creó un premio taurino e inauguró el Mayte Commodore, refugio de la élite de la época y de la gente de bien. Murió en 1990 con todos los reconocimientos posibles por parte de la Villa de Madrid.

¿30.000 euros? ¿La mitad?

Los descendientes, al parecer, no han corrido la misma suerte económica. Por eso están traspasando muchos de los bienes que heredaron de Mayte, entre ellos un busto de la cabeza de familia y dos grupos escultóricos. Tres bellas estatuas adquiridas por Cibeles por los 30.000 euros de marras.

Aquí está el problema. Según fuentes anónimas relacionadas con colectivos privados de tasadores que operan en Madrid, las tres piezas no valen esa cantidad, sino la mitad: menos de 10.000 euros el busto y unos 3.000 euros cada grupo arquitectónico. Sumándolo todo, el desembolso no parece corresponder con el precio justo.

Las estatuas tienen un destino: el Parque del Capricho, en el Distrito de Barajas, fabuloso jardín de 14 hectáreas mandado construir por la duquesa de Osuna entre 1787 y 1839. No criticará El Buscón lo inadecuado que es invertir en arte en tiempos de crisis: no, por Dios. El arte tiene un valor distinto a otros activos municipales, el arte es patrimonio y su beneficio bebe de una lógica ajena a la drástica tijera que propone Pablo del Amo. El Buscón solo pide a Botella que al menos no se pague más del valor real de las estatuas, porque la situación está como está en la ciudad.

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