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El Buscón

Pujalte se casa en secreto en agosto con la actual secretaria de Estado de Turismo

El portavoz de Economía en el Congreso y diputado, Vicente Martínez Pujalte, ha aprovechado el verano para casarse con todo el incógnito posible con su pareja, la actual secretaria de estado de Turismo, Isabel Borrego. El acontecimiento ha tenido lugar en las islas Baleares, de donde es la bella política.

Borrego es diputada por Palma y experta en temas de ladrillo. Era concejala (¡uy lo que he dicho!); perdón, mejor dicho, responsable de Urbanismo y Vivienda en el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón. 

Dicen que el nombramiento de Borrego a la secretaría ha tenido que ver con la rapidez con que el ministro Soria aterrizó en su cargo de ministro de Industria y el cierto despiste del canario, que se tuvo que apoyar en Pujalte para nombrar secretarios a toda pastilla. Esta secretaría depende de dicho ministerio.

Pese a la discreción de la boda, Pujalte no es un hombre que haya nacido en este mundo para pasar inadvertido. En un reciente partido de Liga, se topó con Aznar en el estadio Santiago Bernabéu. El murciano, eufórico por motivos personales y profesionales, aprovechó para presentarle al ex presidente, que como todo el mundo sabe es un dechado de simpatía, "a la flamante secretaria de Estado”, sin aclararle más cuestiones colindantes.

José María Aznar no se dejó contagiar por la alegría. Si digo que el estadista madrileño considera en su fuero interno que el actual Gobierno no le llega ni a la suela de los zapatos a los gabinetes que presidió, empezando por Rato, que hay que ver cómo se han portado con él, me gustaría saber cuánta gente me contradice. Cualquiera de los populares que esté en posiciones de decisión ahora, debería guardarse de buscar complicidades en el ex presidente. 

Aznar contestó a las grandes expresiones de alegría de Pujalte con una respuesta marca de la casa:

“¿Y usted señorita, qué es lo que sabe de Turismo?”

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