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El Buscón

Carmena echa balones fuera a la petición de los empresarios sobre la invasión de vendedores en el centro

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, durante las fiestas del Orgullo.

El centro de Madrid se ha convertido, como Barcelona, en un gran mercado ambulante. Decenas de emigrantes practican el top manta y la presencia policial, cada vez más suave, no sirve pues los agentes no se sienten, en la mayor parte de las ocasiones, respaldados por las autoridades municipales. Se hacen algunas confiscaciones en los almacenes que se publicitan, pero no hay una política clara de impedir que, al menos, estos grupos respeten la zona turística.

La patronal madrileña CEIM dice que la imagen de la ciudad, con un gran incremento del turismo, se degrada cada día con la invasión de cientos de manteros y otros vendedores ambulantes. Por la noche han vuelto a aparecer los lateros orientales. 

Los empresarios han creado una comisión de Seguridad, bajo la coordinación de Gricell Garrido, que ha exigido a la alcaldesa Manuela Carmena que acabe con la proliferación del top manta en el centro. No ven mal que se creen mercadillos, pero de forma legal. Quieren que la alcaldesa refuerce la protección contra los robos, elimine la mendicidad organizada y “aborde definitivamente el grave problema de la venta ambulante”.

Los empresarios piden que Carmena refuerce la protección contra los robos, elimine la mendicidad organizada y aborde la venta ambulante

Van a organizar un instrumento de colaboración de las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado y con las administraciones públicas para evitar que se resientan las ventas en sus negocios. Frente a estas peticiones, la pasada semana el Ayuntamiento de Manuela Carmena anunció que reunía al Consejo de Comercio de la ciudad de Madrid. Afirman que fue “creado en 2008 y está inactivo desde 2011”. 

Quieren que este órgano consultivo sea “un cauce vital de participación ciudadana en materia de comercio, ya que propicia la comunicación directa entre los interlocutores sociales, las organizaciones empresariales y asociaciones más representativas del sector comercial con implantación en el municipio de Madrid”. Lenguaje grandilocuente, pero la reunión no resolvió ninguno de los graves problemas de los presentes.

En el encuentro, además de la gente de Carmena, estaban los empresarios del sector, desde las grandes superficies a los especializados, minoristas u hosteleros. Y lo primero que preguntaron estos empresarios fue por el comercio ambulante, que dicen le ocasiona pérdidas millonarias, y por las terrazas. También querían hablar de los horarios comerciales, donde hay diversas opiniones entre los empresarios.

Concha Díaz de Villegas, directora municipal del ramo y representante de la alcaldesa, dijo que quieren posicionar Madrid como ciudad de compras y capital de moda, pero no contestó a ninguno de estos problemas “por tratarse de una reunión constituyente”, según asegura uno de los presentes.

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