El padre de un imputado en el Madrid Arena: “Señor Juez, ¿qué abogado le viene mejor a mi hijo?”

“Ilustrísimo señor: soy padre, muy preocupado de Raúl Monterde Guillermo, y el motivo de esta carta es únicamente el pedirle, suplicarle, que si es posible que me aconseje qué tipo de abogado le viene mejor a mi hijo…”. Con un arranque conmovedor empieza la carta que Jesús Monterde, el padre de uno de los 18 imputados por la tragedia del Madrid Arena, dirige al magistrado instructor del caso, Eduardo López Palop (al que llama equivocadamente “José Luis López Palop”).

Raúl Monterde (al que los medios suelen referirse también erróneamente como “Monteverde”) fue el jefe de Equipo de Seguriber, la firma de seguridad contratada por el promotor del Madrid Arena, durante la fiesta en el recinto de la Casa de Campo. Encargado de la seguridad en el exterior del pabellón, Monterde se encontró trabajando en el lugar equivocado el 1 de noviembre de 2012: cinco jóvenes muertas y una cascada de imputaciones, entre ellas la suya, confirman este indicio.

 Así, antes de declarar ante el juez el pasado 11 de febrero la familia Monterde resolvió que el abogado que a él y a otro compañero imputado les paga la empresa no lo estaba haciendo bien, por lo que creyeron conveniente cambiar de letrado. ¿Y a quién dirigirse?

El 7 de febrero, es decir, cuatro días antes de su declaración en los tribunales de Plaza de Castilla, el padre envía una misiva a López Palop preguntándole por el asunto. “Al ser quien paga  la minuta, la compañía marca las directrices, a no ser que contratemos a uno [otro abogado] particularmente”. La patrona de Seguriber, nunca es tarde para recordarlo, es la presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica de Oriol, cuestionada en el lobby por el asunto.

La carta termina con el puño y letra del progenitor: “Le doy mi palabra de honor. Soy militar. Nunca, ni él ni nosotros, nos hemos visto en un trance como este, por lo que no sabemos cómo actuar”. El Buscón no ha podido saber si la familia Monterde pagó los honorarios a otro abogado defensor cuatro días después de la curiosa carta. Tampoco si López Palop respondió a la familia a título personal.