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El Buscón

Las “exclusivas” del juez Elpidio alimentan papel e internet

El juez Elpidio Silva: "Si tirase de la manta el sistema no lo soportaría".

Hasta 8.700 correos electrónicos, se dice pronto, remitidos y/o recibidos en su día por Miguel Blesa, el expresidente de Caja Madrid durante 13 años, obran en poder del polémico juez Elpidio José Silva, un hombre a punto de ser expulsado de la carrera judicial acusado de haber prevaricado en la instrucción del caso Blesa, al que metió por dos veces en chirona al parecer de forma  irregular. La pasada semana Elpidio ofreció rueda de prensa en la que, sin cortarse un pelo, amenazó con mover las columnas del templo, poco menos que hacer caer el Régimen, “si yo hablo”. Y parece que, a su manera, está hablando.

Estando aún al frente de la instrucción del caso, Elpidio José pidió a la nueva dirección de Bankia presidida por Goirigolzarri toda la documentación registrada en los ordenadores personales del antiguo capo de Caja Madrid, a quien la Audiencia Nacional acaba de abrir investigación por la comercialización de las preferentes de la Caja que presidió. Con la retranca que caracteriza a los bancarios, la gente de Goiri respondió que esos correos no se hallaban en el servidor correspondiente, pero Elpidio, resolutivo donde los haya, envió a la Guardia Civil a buscarlos, y, claro está, la Guardia Civil los buscó y localizó, entregándolos al entonces instructor, el citado Silva.   

El caso es que Elpidio José, que tiene en su poder correos suficientes para amargar la vida a Blesa durante décadas, ha prometido morir matando. En medios periodísticos se apunta como fuente de las “exclusivas” al sindicato Manos Limpias (que se ha autoexcluido esta mañana, "puesto que no tenemos ni hemos tenido acceso a los e-mails") que ejerce la acusación popular, y a uno de los dos abogados de Silva, el letrado de origen chileno Gonzalo Boyé.

Según Wikipedia, Boyé, que domina con fluidez inglés y alemán, llegó a España en 1987 y en 1992 fue detenido, acusado de participar en los secuestros de Emiliano Revilla y de Diego Prado y Colón de Carvajal (éste obra de ETA), siendo condenado en 1996 a una pena de 14 años de prisión. En la cárcel, se matriculó en la UNED, completando la licenciatura de Derecho. Puesto en libertad en 2002, en 2007 ejerció la acusación particular en el caso del 11-M, defendiendo a una chilena que perdió a su marido en el atentado, habiendo presentado también una de las querellas contra Bárcenas. Actualmente –siempre según la Wikipedia- ejerce la docencia en el Colegio de Abogados de Madrid y escribe en el periódico digital eldiario.es.

Las revelaciones que apuntan los correos están siendo vendidas como “exclusivas” en medios de Internet, aunque los filtradores, con la intención de abrir el abanico y multiplicar el eco del escándalo, han empezado también a pasar material a los dos principales periódicos madrileños, El Mundo y El País, que el sábado publicó que el expresidente Aznar sugirió a Blesa que la Caja adquiriera una parte de la colección del pintor y escultor Gerardo Rueda por 54 millones, operación que frenó el actual jefe de la casa del Rey, Rafael Spottorno, entonces director de la Fundación Caja Madrid.

Elpidio se desmelena en su cuenta de Twitter

Con la entrada en liza de ambos diarios, Elpidio José, que en la rueda de prensa del pasado 12 de diciembre soltó perlas como las que siguen: “Si la ciudadanía supiera qué ha pasado en Caja Madrid, el sistema institucional no lo soportaría” (…) “Si yo contara lo que ha sucedido, se produciría una situación institucional insostenible”, se ha venido francamente arriba, y en su cuenta de Twitter (nada menos que 24.600 seguidores), se ha despachado este fin de semana a gusto, sabedor de que su continuidad en la carrera judicial tiene los días contados.

“¿Qué se han pensado?”, escribe el juez, “¿Qué tipo de juez o persona se imaginan que soy? ¿Creen que me van a comprar amedrentándome con resoluciones corruptas?”. Silva amenaza con “señalar con el dedo como acosadores a algunos magistrados”. “¿Piensan que no lo haré? ¿Es eso?”. También desafía: “El tema por ahora es muy sencillo: unos seis magistrados, y al menos seis fiscales deben renunciar a sus cargos, y marcharse a su indignidad” (sic). “Atemorizarán a otros jueces indeseables, indignos para ejercer el cargo. Conmigo que vayan preparando el daño físico. Es lo que les queda…”.  

El intrépido Elpidio se ha reincorporado recientemente a su plaza en el Juzgado de Instrucción nº 9 de Madrid, tras cumplir una sanción de cuatro meses y siete días de suspensión por dos faltas muy graves y una grave de retrasos, falta de motivación de sus resoluciones y desconsideración a sus funcionarios. Lo más grave para él, con todo, es que el pasado 9 de diciembre, el magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Madrid Jesús Gavilán dio el primer paso para juzgarle por prevaricación y delito contra la libertad individual en la persona de Blesa. El mismo Tribunal le había impuesto ya una fianza de 8.000 euros como consecuencia de la denuncia de la Fiscalía por su instrucción del caso. 

NOTA DE LA REDACCIÓN

Hoy martes 17 de diciembre, este diario ha recibido un escrito de Don Gonzalo Boyé por el que pide ejercer su derecho de rectificación “en relación con el artículo publicado el día 16 de diciembre de 2013, bajo el título ‘Las exclusivas del Juez Elpidio alimentan papel e Internet’, firmado por quien se identifica como El Buscón”.

En su escrito, don Gonzalo Boyé declara “que no ha tenido absolutamente nada que ver en las filtraciones de los correos electrónicos de Sr. Blesa, publicados en diversos medios de comunicación; que ni ha filtrado ni ha vendido exclusivas, en relación a los citados correos electrónicos, a ningún medio de comunicación”.

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