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El Buscón

La tranquila vida del ciudadano Zapatero

El ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en su nueva vida

José Luis Rodríguez Zapatero cuenta en sus memorias que durante unos meses en 2011 no durmió. Cuando el tercer jefe de su oficina económica, Javier Vallés, le leyó los datos de la EPA del primer trimestre de 2009 que arrojaban más de 780.000 empleos perdidos en apenas tres meses, el presidente del Gobierno no durmió. "Era la cifra más acra y fría que he escuchado en mi vida", confiesa Zapatero.

Desde entonces ese mismo hombre es ex presidente y esas dos letras le han hecho cambiar totalmente de vida que ahora se resume en dos palabras: "México y Colombia". Ahí es donde ha estado en las semanas anteriores y donde acudirá en los próximos días.

"Ahora todos dicen que me avisaron de lo que venía. Entonces, yo no recibí ni un solo informe", dice Zapatero sin rencor

Entre ambas palabras y ambas estancias acude a la presentación del libro de su segundo jefe de la oficina económica, David Taguas, donde los empresarios que antes le acosaban ahora ya no le rodean. Sólo el también ex presidente de Sacyr, Luis del Rivero, acude al acto. Y quienes antes le lisonjeaban ahora apenas le acompañan. En la vida del ex presidente sólo dos ministros también acompañados por esas dos letras "ex" le siguen siendo fieles: Sebastián y Bono.

Una vez a la semana, cuando Zapatero está en España, desayuna con su exministro de Industria, Miguel Sebastián, con el que revisa la actualidad económica y las políticas del Ejecutivo. Zapatero respalda más a Rajoy de lo que el PSOE está dispuesto a aceptar. Su desayuno es uno de los pocos actos de lealtad de quienes le acompañaron en el Gobierno.

Otra de las citas que le reconcilia con el pasado es la visita al pueblo de José Bono. Allí comieron quienes han sido presidente y ministro de Defensa, un día de reconciliación con la ciudadanía porque los vecinos de Bono apoyaron al expresidente hasta el punto de que Zapatero ha pedido repetir.

Apenas dos letras han cambiado las amistades, ritmos y lealtades en torno a Zapatero que, en la intimidad confiesa a quien le pregunta: "ahora todos dicen que me avisaron de lo que venía. Entonces, yo no recibí ni un solo informe. Es curioso como algunos reescriben la historia", dice sin tono de rencor.

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