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El Buscón

El telefonazo indignado de Wert a la Moncloa para pedir ayuda ante las críticas

¡Todos al suelo que vienen los nuestros!, podría ser el resumen de este episodio. Primero fueron algunos barones territoriales, que se mostraron abiertamente en contra de la reforma educativa de José Ignacio Wert. O más bien, del famoso asunto de las becas y la nota mínima a un 6,5 para primer curso de carrera.

Siguieron luego ciertos consejeros de Educación también de comunidades del PP, como Castilla y León o Galicia. Y finalmente, las polémicas palabras de Alfonso Alonso, portavoz del Partido Popular en el Congreso, quien no disimuló su postura contraria a la del ministro: "Un cinco es un aprobado", declaró Alonso con evidente sorna. Y añadió: "Se debe primar el esfuerzo, pero también hay que defender la igualdad de oportunidades". Es decir, Alonso asumió el discurso del PSOE, sin disimulos. Horas después, como un eco, Oyarzábal, secretario general del PP vasco, repetía las palabras del portavoz popular sobre esfuerzo, becas y notas.

Hasta ahí aguantó Wert. Tras escuchar estas declaraciones, telefoneó indignadísimo a la Moncloa para quejarse de esta actitud de los barones y en especial del portavoz parlamentario, reclamó ayuda e incluso amagó con tomar decisiones sin retorno. ¿Dimitir? No se pronunció tal palabra.

El caso es que el ministro fue cálidamente reconfortado desde Presidencia. Mariano Rajoy hizo el gesto gráfico de acompañarle en el Congreso para que todo el mundo tomara nota del respaldo. Fotos, fotos. Desde Moncloa, al tiempo, se telefoneaba a altos responsables de medios de comunicación "amigos", en especial diarios y algunas emisoras, para demandar respaldo y cariño al ministro Wert, tan vituperado desde todos los frentes, en especial, el propio. El ministro no ha conseguido despertar muchas amistades en el mundo del periodismo, quizás por su petulancia indisimulada. Y así se hizo. Amables, los medios le trataron con deferencia, pese a que el titular de Educación ( ¿y Cultura?) no tuvo más remedio que admitir en rueda de prensa que se revisaría la fatídica nota del 6,5. Otra tormenta, por ahora, resuelta.  

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