La Junta de Castilla y León se queda sin fondos para mamandurria periodística

Cuentan a El Buscón que el presidente de la Junta de Castilla y León, el popular Juan Vicente Herrera, es un político al que no le gusta demasiado hablar con los periodistas, salvo por las exigencias del guión. Pese a ello, y dado el cargo que desempeña, su nombre e imagen acapara los medios de comunicación de la autonomía a diario, incluso cuando por la mañana no hace nada y por la tarde lo pasa a limpio, tarea que en opinión de fuentes de su propio partido y del Colegio de la Asunción, sede del Gobierno regional, cada vez dedica a más jornadas. La publicidad institucional mediante, no obstante, es capaz de multiplicar los panes y los peces en la mayoría de los mass media con titulares a cinco columnas. 

Pero la austeridad obligada ha vaciado la chequera mediática de ‘Juanvi’ –apodo cariñoso que utilizan los colaboradores más cercanos de Juan Vicente– y, cada día, son más las voces críticas que reclaman un Ejecutivo regional que se decida a coger al toro de la crisis por los cuernos en lugar de estar mano sobre mano. Las campañas publicitarias autonómicas son inexistentes y muchos de los medios castellanos y leoneses lo tienen cada día más difícil sin esos ingresos. No hay un ni un euro para la prensa. Se nota. Para lo bueno (menos control político) y para lo malo (despidos). 

Han sido anfitriones José María Aznar, Jesús Posada o Juan José Lucas

Y es que la Junta no tiene pasta siquiera para premiar con dinero a los periodistas, una tradición con 26 años de historia en Castilla y León. Los Premios de Periodismo ‘Francisco de Cossío’, creados y subvencionados por el Ejecutivo castellanoleonés, de los que han sido anfitriones José María Aznar, Jesús Posada o Juan José Lucas, en sus respectivas etapas como presidentes de la Junta, han reconocido durante estos años la labor de los profesionales que desarrollan su labor en la comunidad autónoma, un galardón que se ha quedado sin presupuesto para los fastos habituales de los últimos años, celebraciones en las que ultimamente se gastaba más dinero pese a recortar a razón de un menos 10% en las partidas básicas de todas las consejerías. 

Del millón de pesetas que se llevaba el ganador en una cena con cordero lechal, regado con caldos de la Ribera del Duero para una treintena de comensales durante las etapas de Aznar, Posada y Lucas, el actual consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez elevó los costes por encima del dispendio. Logró, eso sí, tener atados bien en corto a muchos periodistas. ‘Pica’, apodo que tiene desde niño y que es utilizado por todos sus conocidos, ha estado derrochando el dinero en una galas televisadas en la que se repartían 60.000 euros en premios, se editaban y regalaban libros con un coste superior a los 50.000 euros (cuyo precio se distribuyó en facturas por conceptos un tanto extraños), catering de primer nivel, y un largo etcétera de barrumbadas para unos cientos de invitados. 

El Buscón sabe de muy buena tinta -a pesar de que no ha podido contrastar la información de manera oficial con la Junta, puesto que Alejandro Salgado, director general de la Oficina del Portavoz de la Junta, no responde a las llamadas de la redacción de Vozpópuli- que el Gobierno autonómico meterá mano a los Cossío: eliminará la dotación económica de cada premio, recortará el número de categorías y pondrá fin a los jurados itinerantes por las nueve provincias. Lo que El Buscón no tiene claro es si mantendrá el pago al jurado permanente, ya que en los recientes Premios Castilla y León 2012, en los que los elegidos tan sólo se llevaron la medallita correspondiente, los miembros del tribunal, periodistas por medio, se llevaron un suculento cheque de 400 euros. Parece imposible terminar con la mamandurria con la que la Junta pretende controlar a la prensa. Por suerte, aunque lo intenta, no lo consigue...