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El Buscón

Monago, el bombero torero, el 'runner' rapero, la vergüenza de Extremadura

Monago, el 'runner' ahora metido a rapero.

Lo del presidente extremeño no tiene nombre. Su descaro a la hora de reírse de sus conciudadanos mientras Extremadura y España entera se ríen de él (bueno, en esta región también se lloran sus fechorías políticas) roza ya niveles de hartazgo.

José Antonio Monago se ha convertido en el hazmerreír de toda España, esa que va de la 'apedreada' por la incesante corrupción sede popular de Génova 13 a las sufridas listas del paro de una región que no levanta cabeza por la consumada ineptitud de sus mandatarios, los de antes y él de ahora, un bombero torero cuyo diario desempeño es más carne de plaza de tercera que de las tablas de ancestrales teatros a la ribera del Guadiana.

Se nos descuelga ahora este bombero de profesión y payaso de vocación (que nos perdonen Krusty y Fofó) con un rap electoral en el que una jovencita de Mérida ha sido contratada (¿por los fondos de campaña del PP o por el fondo de reptiles de la Junta?) para alabar el verso suelto que es el gran Monago, un rancio-moderno que no se somete a dogma alguno, ni siquiera a los que se imponen desde la sede capitalina.

Discípulo de la Rima, la 'hiphopera' a sueldo de Monago proclama en su obra maestra la prosaica filosofía del líder: 

"Creer en las personas más que en los partidos / y más en las ideas que en ideologías / En política, se está para el nosotros. No para el tú y yo / Los principios y valores para apoyar a nuestra sociedad son la libertad, la igualdad y la justicia social / Algunos de los que eran verdes ahora son rojos, los rojos son azules, y a este Gobierno (el extremeño) el color le importa poco / Da igual la etiqueta de barón rojo / cada región tiene su acento / A este gobierno el color le importa poco / Importan los extremeños y nuestra región".

Se olvida Monago de sus viajes a Canarias, del cierre de los servicios de urgencia, de la persecución que sufren agricultores y ganaderos en la región, de la enfermiza tasa de paro

Que tiemblen Violadores del Verso y Eminem, el 'flow' viene de Extremadura.

Monago lo tiene claro, da igual cuál sea la matraca, el objetivo es captar todos los votos posibles. Si hay que pagar 40.000 euros a Carlos Sobera para atraer el voto del sector 'marujil' en horteras galas veraniegas; lanzarse a por el voto juvenil con un rap al estilo de Podemos; salir a correr por las dehesas para proclamar 'Hacemos Extremadura'; apadrinar El Palomo Cojo pacense nacido de la homofobia de sus compañeros de partido; o aferrarse a la bandera Mod (movimiento y estética londinenses que proclamaba la modernidad y la libertad) sin saber siquiera lo significa, pues se hace.

Todo vale en campaña o precampaña. Monago se olvida de sus viajes a Canarias con dinero de los contribuyentes; de los servicios de urgencias cerrados en Extremadura (véase el rap de Madroñeras; de la persecución que sufren los agricultores y ganaderos de la región; de la enfermiza tasa de paro…

Este Buscón travieso ha podido constatar en sus viajes a las maravillosas tierras extremeñas el hartazgo de la población ante la situación económica y social que sufre la región y el desparpajo con el que su presidente se dedica a copar horas y horas en radio y televisión para lanzar sus proclamas sin el más mínimo sentido del ridículo.

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